Los opositores festejaron tnto en las calles como en las redes |
La derecha fue la gran perdedora en los comicios del fin de semana y el presidente Sebastián Piñera se enfrenta a un proceso de elaboración de una nueva Carta Magna con menos constituyentes de los que esperaba.
Por Iván Gajardo Millas
Las elecciones celebradas este sábado y domingo en Chile sellaron una triple derrota para la derechista coalición del presidente Sebastián Piñera, cuyos magros resultados en convencionales constituyentes, alcaldes y gobernadores abrieron un inédito proceso para la elaboración de una nueva Carta Magna, en un año eleccionario que se presenta cuesta arriba para el mandatario.
Con casi
el 100% de los votos escrutados, la gran perdedora fue la derecha y
sus formaciones Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN) y
Evolución Política (Evopoli), que como coalición "Chile Vamos" perdieron
alcaldías emblemáticas, no alcanzaron los constituyentes que esperaban y sólo
lograron meter en balotaje a 8 candidatos a gobernadores.
En busca de una nueva Carta Magna
Para
sorpresa de buena parte del arco político, el complejo proceso catapultado en
octubre de 2019 con el estallido social que exigió terminar con la
institucionalidad heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, se desarrollará
sin los anclajes, cerrojos y candados que la derecha impuso cuando se
negociaron las condiciones para escribir una nueva Constitución.
Esto porque de lograr un tercio de los constituyentes la derecha hubiera podido
vetar cualquier iniciativa que se alejara del espíritu de la actual Carta Magna
impuesta por el dictador, sin registros electorales ni control ciudadano, texto
que buena parte de este sector político reivindica.
Sin embargo, los resultados no fueron los esperados y la coalición logró apenas 37 de los 52 necesarios de un
total de 155 que integrarán la Convención Constituyente.
Alegría
en las redes
Las redes
sociales explotaban anoche, luego de una tensa espera del proceso -por primera
vez desarrollado en dos días consecutivos por la pandemia de coronavirus- y en
medio de gran incertidumbre por la baja participación que fue del 43,35%,
sensiblemente menor a la del plebiscito del 25 de octubre de 2020, donde la
concurrencia a las urnas fue del 50,9%.
"#Se abrieron la grandes Alamedas" decía uno de los tantos hashtags
que dominaron las tendencias en Twitter anoche en Chile, recordando las últimas
palabras de Salvador Allende, pronunciadas el 11 de septiembre de 1973, cuando
su Gobierno democrático fue derrocado.
La prensa chilena subraya, sin embargo, que fue todo "el partido del
orden", como se denomina a las dos principales
coaliciones que gobernaron el país en la posdictadura (la derechista
"Chile Vamos" y la centrista ex Concertación, integrada por
socialistas, radicales y democristianos) el que recibió el castigo de los votos.
En un marco de oposición atomizada, de hecho, la coalición "Apruebo",
de la ex Concertación, sumó apenas 25 constituyentes, mientras "Apruebo
Dignidad", que reúne al Frente Amplio, el PC, Revolución Democrática (RD)
y otros grupos, sumaron 28 representantes y las listas de independientes se
alzaron con 48 bancas convencionales.
Un total de 17 cupos constituyentes se reservaron para pueblos originarios.
La
derecha logró escasos votos tanto para constituyentes como para alcaldes y
gobernadores regionales.
Las
alcaldías
El
oficialismo perdió asimismo alcaldías emblemáticas,
como las de Santiago, Maipú y Viña del Mar que
tras décadas de hegemonía derechista serán ocupadas por una representante del
PC y dos de RD.
En Recoleta, Las Condes y Providencia, sus respectivos alcaldes, el comunista
Daniel Jadue, y los UDI Joaquín Lavín y Evelyn Matthei -todos anotados para las
elecciones presidenciales del próximo noviembre- lograron cómodos resultados
que les permitieron ser reelectos o poner a sus delfines en el cargo.
Las
gobernaciones
La elección a gobernadores también
trajo dolores de cabeza a "Chile Vamos", completando
el triángulo de resultados que complica las futuras aspiraciones electorales de
esa fuerza, así como el último tramo del presidente Piñera.
El proceso permite elegir por primera vez en las
urnas a los gobernadores regionales de todo el país, un
nuevo cargo que reemplaza a los intendentes, quienes, hasta ahora, eran
nombrados por el presidente de la República.
Con el 99,89% de las mesas escrutadas, de las 16 gobernaciones regionales en
Valparaíso y las sureñas Aysén y Magallanes ya hay tres ganadores que superaron
el 40%, mientras en las 13 regiones restantes habrá balotaje.
De
las tres gobernaciones ya definidas, la de Valparaíso corresponde al Frente
Amplio, Aysén al Partido Socialista y Magallanes al pacto independiente Unidad
Constituyente, todas coaliciones opositoras, según
resultados publicados en la página web de la comisión electoral.
La ley indica que para estos comicios a gobernadores se proclama ganador a
quien tenga 40% o más de los votos (en caso de ser el único) o 50% más uno, y
en caso contrario se realiza una segunda vuelta, como ocurrirá en 13 de las 16
regiones chilenas.
En
el balotaje que se celebrará el próximo domingo 13 de junio, el oficialismo
pudo colocar candidatos en sólo ocho regiones, pero en ninguna
tiene asegurado el triunfo.
En la noche del domingo, mientras se iban conociendo las cifras del proceso,
Piñera realizó un mea culpa por cadena nacional.
"La ciudadanía nos ha dado un claro y fuerte mensaje al Gobierno y a todas
las fuerzas políticas tradicionales. No estamos sintonizando con las demandas y
con los anhelos de la ciudadanía", dijo el mandatario, escoltado por su
gabinete.
Aparte del balotaje del 13 de junio, el calendario electoral de los chilenos
prevé primarias presidencial y parlamentaria, el 18 de julio; las elecciones
presidenciales y parlamentarias, primaria presidencial, parlamentarias y de
consejeros regionales, el 21 de noviembre y, de ser necesario, un balotaje
presidencial el 19 de diciembre.
Fuente: Telam