Los actos cometidos por los jefes militares fueron considerados, por el voto mayoritario, como "crímenes de lesa humanidad".
El fallo dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de Eduardo Gassino, Belisario Affranchino Rumi, Gustavo Calderini y Miguel Ángel Garde. El delito que se les imputa es calificado como "imposición de tormentos". Dos jueces lo consideran delito de lesa humanidad.
La Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia confirmó el procesamiento sin prisión preventiva de tres ex militares y dictó la falta de mérito de otro en la causa que investiga la aplicación de torturas a soldados de su propia tropa durante la guerra de Malvinas de 1982, informaron fuentes judiciales.
A pocos días de haberse conmemorado el 39 aniversario del inicio del conflicto bélico con Gran Bretaña, el alto tribunal ratificó de esta forma, aunque de manera parcial, el fallo que había dictado en febrero de 2020 el Juzgado Federal de Primera Instancia de la ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde se instruye la investigación.
La resolución judicial de 20 páginas confirmó el procesamiento de Eduardo Gassino, Gustavo Calderini y Miguel Ángel Garde, mientras que definió como "falta de mérito" (implica que no hay evidencia ni para sobreseer ni para procesar) la situación procesal de Belisario Affranchino Rumi.
Los fundamentos
Dos de los camaristas, Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez, modificaron el
criterio de la jueza de primera instancia Mariel Borruto y definieron
como "vejaciones", en lugar de "imposición de tormentos", los
delitos cometidos, aunque ambas calificaciones están asimiladas al concepto de
torturas establecido en los tratados internacionales.
Un aspecto central del fallo es que los jueces Leal de Ibarra y Suárez
ratificaron que se trata de "delitos de lesa humanidad" y
por lo tanto no prescriben, en tanto que la tercera camarista, Hebe Corchuelo
de Huberman, postuló que más allá de su gravedad, constituyeron ilícitos
comunes y, por eso, los consideró ya prescriptos en función del paso del tiempo.
Sin embargo, según el voto mayoritario, las conductas investigadas no habrían
sido hechos aislados o aleatorios, sino que "presumiblemente formaron
parte de una agresión, desplegada por la superioridad contra el personal
subalterno, que por lo menos habría gozado de la aquiescencia del Estado",
indica la sentencia a la que accedió Télam.
En ese mismo sentido, juzgaron como una "práctica
corriente realizada por el personal superior" la
aplicación de "sufrimientos, consistente en la privación injustificada de
alimentos, aplicación de sanciones ilegitimas y degradantes", como parte
de una "política de supremacía de los altos mandos por sobre los soldados
más rasos".
En
cambio, la jueza Corchuelo de Huberman sostuvo que aunque
las conductas investigadas "pudieron haber atentado gravemente contra
bienes jurídicos individuales, no resulta suficiente para su
conceptualización como delitos de lesa humanidad".
"No surgen constancias que permitan comprobar la pertenencia de dichos
actos a algún plan de persecución o aniquilación sistemática. Por más
aberrantes que puedan resultar las acciones que presuntamente se habrían
desarrollado, no se encuentran acreditados los requisitos de
sistematicidad ni generalidad del ataque, como elementos que
elevarían los delitos supuestamente cometidos a la categoría más grave de
delitos contra la humanidad", analizó la magistrada.
El fallo volvió sobre la investigación de 18 hechos de torturas, consistentes en
estaqueamientos y enterramientos, entre otras vejaciones, aplicados a
soldados que se quejaban por la falta de comida o,
directamente, buscaban conseguirla por sus propios medios.
La decisión judicial se conoce, además, a una semana de que la jueza Borruto
indagará a otros seis exmilitares.
El origen de la denuncia
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Los soldados "habrían sido sometidos a estaqueamientos, enterramientos y deliberada falta de alimentación". |
La
investigación de las presuntas torturas a soldados durante la guerra de
Malvinas tuvo su origen en la proyección de la película "Iluminados por el
fuego", de Tristán Bauer y Edgardo Esteban, organizada en
2005 por la Subsecretaría de Derechos Humanos de Corrientes.
Al final del evento, varios excombatientes que estaban en la sala se quedaron
en sus butacas, visiblemente conmocionados y con lágrimas en los ojos.El
subsecretario Pablo Bassel habló con ellos y comenzó a interiorizarse de que
varios de los soldados que combatieron en Malvinas habían sido víctimas de
tormentos.
Dos años después, el funcionario correntino presentó la denuncia en Río Grande con
los primeros 25 casos.
"Hoy, los torturadores van a dormir menos tranquilos. Hoy
se avanzó y mucho y dimos un paso importante en materia de verdad y justicia.
Esto es la construcción del Nunca Más de Malvinas", sostuvo en su cuenta
de Twitter el abogado especialista en Derechos Humanos, Jerónimo Guerrero
Iraola, del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata que interviene
como querellante en la causa.
Fuente: Telam