"La República Argentina rechaza en los términos más contundentes la realización de estas maniobras militares en territorio argentino ilegítimamente ocupado", se pronunció el Palacio San Martín. Los ejercicios militares se desarrollan desde este lunes hasta el 29 de abril.
El Gobierno nacional expresó este lunes su "contundente
rechazo" a la realización de nuevas maniobras militares en
las Islas Malvinas por parte del Reino Unido lo que, consideró, constituye
"una injustificada demostración de fuerza" en territorio argentino
"ilegítimamente ocupado" y un "deliberado apartamiento de los
llamamientos de las numerosas resoluciones de la ONU y de otros organismos
internacionales".
En una declaración emitida por la Cancillería, el Ejecutivo expresó una
nueva protesta por los ejercicios militares británicos en el
archipiélago, que se desarrollarán a partir de este lunes y hasta el 29 de
abril.
"La República Argentina rechaza en los términos más contundentes la
realización de estas maniobras militares en territorio argentino ilegítimamente
ocupado", se pronunció el Palacio San Martín en el comunicado.
El documento oficial indica además que los nuevos ejercicios militares
"constituyen una injustificada demostración de fuerza y
un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de
las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a
la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar
una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que
involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas".
"El Gobierno argentino ha tomado conocimiento de que entre los días 18 y
29 de abril el Reino Unido está realizando, una vez más, ejercicios militares
en las Islas Malvinas, donde participan, entre otros, fuerzas británicas estacionadas
en las Islas Malvinas, pertenecientes al Regimiento del Duque de
Lancaster", detalla el comunicado.
Según la información oficial, también participarán de las maniobras "la
ilegítima Fuerza de Defensa de las Islas, en conjunto con fuerzas de la Royal
Navy y de la Royal Air Force", los que, detalla, "forman parte del
despliegue militar de ocupación ilegal del Reino Unido en las Islas Malvinas.
De acuerdo con un comunicado del contingente militar británico en las Islas
Malvinas (BFSAI), estos ejercicios se llevan a cabo para "demostrar la
habilidad del personal del BFSAI para coordinar y realizar recursos para un
ejercicio a gran escala", señala la cartera que encabeza el canciller
Santiago Cafiero.
En la declaración, la Cancillería remarca que la presencia militar británica en
las islas se "contrapone categóricamente con la permanente voluntad de la
República Argentina de resolver la controversia por medios pacíficos,
de conformidad con el Derecho internacional y las resoluciones pertinentes de
las Naciones Unidas".
En ese sentido, sostiene que "en particular, la persistencia del Reino
Unido en la realización de ejercicios militares en el Atlántico Sur contraviene
específicamente la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas
que insta a ambas partes (la Argentina y el Reino Unido) a que se abstengan de
adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones
en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso de
negociación por ella recomendado".
Asimismo, manifiesta que "la presencia militar contradice también la
resolución 41/11 de la Asamblea General (Zona de Paz y Cooperación en el
Atlántico Sur) que, entre otras disposiciones, exhorta a los estados
de todas las demás regiones, en especial a los estados militarmente importantes,
a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y
cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su
presencia militar en dicha región".
"El Gobierno argentino reafirma una vez más su soberanía sobre las Islas
Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos
circundantes que forman parte integrante del territorio nacional de la
República Argentina, los que, estando ilegítimamente ocupados por el Reino
Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, son objeto de una disputa de
soberanía reconocida por las Naciones Unidas mediante la resolución 2065 (XX) y
posteriores de la Asamblea General así como de otras organizaciones y foros
internacionales", subraya el documento oficial.
Por último, indica que "de conformidad con las resoluciones mencionadas,
el Gobierno argentino reitera que se trata de una controversia de soberanía que
debe ser resuelta de manera bilateral entre ambos países, y reafirma su
disposición a reanudar las negociaciones".
Los reclamos
La Argentina viene reclamando desde hace tiempo y con persistencia por la cada
vez más acentuada presencia militar británica en el Atlántico Sur: la última
fue en julio de 2021, cuando la administración de Alberto Fernández envió
al gobierno de Boris Johnson una contundente nota de protesta por
la realización de maniobras militares a través del llamado ejercicio Cape
Bayonet.
En tanto, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo
Carmona, se refirió al tema en su cuenta de Twitter, donde sostuvo que los
ejercicios militares del Reino Unido en el Atlántico Sur "son repudiables
en tanto violan el derecho internacional".
"Una vez más se demuestra el carácter falaz del relato que busca crear la
imagen de unas islas apacibles con habitantes que serían supuestas víctimas de
la amenaza argentina. Esa agitación de la supuesta hostilidad por parte de
nuestro país busca disimular su permanente militarización", escribió el
funcionario de la Cancillería.
En ese sentido, agregó que "una vez más, el Reino Unido apela al
belicismo para sostener su presencia colonial en el Atlántico Sur. Lo
hace mediante un constante proceso de militarización en un área declarada por
la región y por la ONU como Zona de Paz y Cooperación y área libre de
armamentos nucleares".
En febrero pasado, el canciller Santiago Cafiero reclamó ante
la Conferencia de Desarme en la sede de la Organización de las Naciones Unidas
en la ciudad de Ginebra, que el Reino Unido dé información precisa sobre el material
nuclear que "transportó al Atlántico Sur en 1982", en el marco de la
guerra de Malvinas, como así también sobre "cuál fue el destino que le
dio".
En esa oportunidad, Cafiero planteó que, "además de tratarse de una
significativa cantidad, la mera presencia de esas armas implicó, no sólo para
la Argentina sino para toda la región, un grave riesgo nuclear tanto en
términos de contaminación radioactiva en el Atlántico Sur, como por las
catastróficas consecuencias humanitarias asociadas al armamento nuclear".
En aquella exposición, el canciller argentino hizo referencia a documentos
desclasificados recientemente en los Archivos Nacionales de Londres "que
prueban que, durante el conflicto del Atlántico Sur de 1982, el Reino Unido
envió a la región buques equipados con 31 armas nucleares, lo que representaba
en ese entonces el 65 por ciento de su stock de bombas nucleares de
profundidad".
Los nuevos movimientos de fuerzas británicas que se realizan en el archipiélago
hasta el 29 de este mes también obtuvo en las últimas horas el repudio del
Consejo Asesor de Malvinas que las calificó como parte de un "anacronismo
colonial", una "provocación" y un "acto de
desprecio" hacia la Argentina.
"Las fuerzas de ocupación que Gran Bretaña mantiene ilegalmente en territorio
argentino, convirtiendo a las islas Malvinas en uno de los territorios más
militarizados del mundo, se aprestan una vez a más a realizar ejercicios
militares en la zona", denunció en un comunicado el Consejo el Consejo
Asesor Observatorio Cuestión Malvinas, dependiente de la provincia de Tierra
del Fuego
Allí se recuerda que a este nuevo despliegue militar por parte de Reino Unido
se suma a otros "ejercicios armados ya realizados" en la zona y
constituyen así una "provocación" y un "acto de desprecio"
hacia la República Argentina.
El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas de Atlántico Sur, Gustavo
Melella, se había pronunciado el sábado sobre este tema a través de su cuenta
de Twitter, donde interpeló a la embajadora británica en Argentina, Kirsty
Hayes.
"En nombre de las y los fueguinos, expreso mi más profundo repudio
respecto a las maniobras militares que su país está realizando en nuestras
islas Malvinas y alrededores", expresó el mandatario fueguino.
Melella se refirió al incumplimiento de la resolución 31/49 de la Asamblea
General de la ONU y también coincidió en calificar la maniobra como "una
provocación innecesaria" llevada adelante "en fechas tan sentidas y
especiales para el pueblo argentino", en referencia al 40 aniversario de
la Guerra de Malvinas.
"Un accionar del gobierno que usted representa que, de forma reiterada,
junto a sus aliados militares, sólo trae inseguridad e incertidumbre a una
región que busca velar por la paz y cooperación entre sus Estados
miembros", apuntó Melella al dirigirse a la embajadora, y prosiguió:
"Una región a la cual su Estado no pertenece más que ocupando ilegalmente
parte de nuestro territorio".
Fuente: Telam