El club de Parque Patricios los homenajeó con la reimpresión de sus credenciales y con un mosaico recordatorio inaugurado en una emotiva ceremonia que contó con la presencia de directivos de la entidad, amigos y familiares.
Huracán hizo en la noche de este martes una contribución histórica en el camino de la Memoria, la Verdad y la Justicia al restituir, en una ceremonia emocionante, el carnet de socios a ocho detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.
Norberto Morresi, Oscar Oshiro, Norberto Hugo Palermo, Pablo Reguera, José Sanabria, Jorge Gurrea, Daniel Vázquez y Eduardo Vicente fueron los homenajeados con profunda emoción en el estadio Tomás Adolfo Ducó, del club de Parque Patricios. De todos ellos hubo familiares, amigos, conocidos, recuerdos.
También la presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por
razones políticas, Lita Boitano; el titular de la comisión de DDHH de la Cámara
de Diputados, Hugo Yasky; el arquero de Huracán Marcos Díaz; el periodista
Gustavo Veiga, especializado en temas vinculados con el deporte y la dictadura;
y Marcelo Achile y Pipo Marín, dirigentes de Defensores de Belgrano y Acassuso.
"Quiero felicitar a Huracán por este merecido recuerdo a nuestros queridos
detenidos y desaparecidos. Espero que se sigan sumando clubes", pidió Taty
Almeida.
Y Pietragalla recordó: "Yo me llevé el carnet de mi viejo de San Lorenzo.
El reconocimiento a los que hubieran seguido en la tribuna si no fuera por la
dictadura es muy importante. Este acto representa la defensa de los derechos
humanos. Esto tiene que ser una política transversal, no se puede dar un paso atrás".
Morresi, a su turno, contó que su hermano se llamaba Norberto por el
exfutbolista "Tucho" Méndez, ídolo del "Globo".
"Cuando veníamos a la tribuna teníamos la ilusión de jugar juntos con esta
camiseta. En vez de probarse en Huracán eligió militar por una Argentina mejor
pero a los 17 años lo desaparecieron. Me gusta creer que ellos están mirando y
se alegran cuando hacemos algo para recordarlos", agregó.
La idea fue impulsada por Néstor Vicente, expresidente de Huracán y actual
titular de la Subcomisión de Cultura, Historia y Derechos Humanos del club.
"Juntamos la historia de ocho 'quemeros' y les pedimos a su familia y
amigos que cuenten esa doble pasión: el compromiso político y el Globo",
contó Vicente a Télam.
Vicente es uno de los autores y compiladores del libro "Restitución de carnets", con prólogo de Taty Almeida, que fue escrito para contar la historia de los socios desaparecidos durante la dictadura militar y presentado en el acto de esta noche.
"Seguro hay muchas historias más pero estas ocho compartidas son el puntapié inicial de un tema que seguiremos caminando", sostuvo el también titular del departamento de cultura de la AFA.
Historias de socios
Norberto Morresi fue detenido el 23 de abril de 1976 en un operativo de
"pinzas" de las tres fuerzas armadas y su cuerpo fue recuperado 13
años después.
Su papá, Julio, el "padre de la Plaza de Mayo", falleció en marzo de
2016 luego de una larga militancia que, entre tantas cosas, incluyó una visita
a la ex ESMA junto al plantel de Huracán de Ángel Cappa que después fue
subcampeón en 2009.
Ese grupo también fue integrado por Bruno Palermo, el padre de Norberto Hugo
o Beto, como lo llamaban en el barrio.
Bruno y Beto, por ejemplo, viajaron a Rosario en un Fiat 1600 para ver al
equipo de César Luis Menotti en el Gigante de Arroyito ante Rosario Central, en
un triunfo que encaminó el histórico título.
Norberto desapareció el 14 de octubre de 1975 cuando tenía 21 años
mientras cumplía con el servicio militar obligatorio en la Escuela de
Caballería de Campo de Mayo.
Oscar Oshiro, el "Japo", nació y se crió en el barrio de Nueva Pompeya. Sus
padres eran inmigrantes japoneses y eran dueños de una tintorería de la zona.
Oscar militó desde muy joven y sus seres queridos recuerdan su predilección por
René Houseman. También que, para no entrar en conflicto con su mujer, hincha de San Lorenzo, a
su hija Gabriela, una artista que actualmente reside en Estados Unidos, la
llevaba a escondidas a la cancha.
Luego de ser perseguido violentamente, el 21 de abril de 1977 fue secuestrado
en su estudio jurídico y según testimonios lo trasladaron al Centro Clandestino
"El Vesubio".
Silvia Reguera relató la historia de su hermano, Pablo,
desaparecido en enero de 1977 a los 21 años, en la esquina de la sede de
Huracán. "Mi hermano y Huracán eran lo mismo, el 'Globo' era su vida.
Vivíamos a unas pocas cuadras de la cancha y desde joven iba a los partidos con
la hinchada", recordó. A los pocos meses de haber desaparecido, la hinchada colgó en un partido una
bandera que rezaba "¿Dónde está Pablito?". Reguera militaba en la
Unidad Básica "Héroes de Trelew" ubicada a pocas cuadras del Ducó,
junto a José Sanabria y Jorge Gurrea.
El "Negro José" o "Joselo" Sanabria y Jorge
"Tito" Gurrea disfrutaron juntos del "oasis de ver
campeón al Globo" y festejaron el título frente a la sede de la avenida
Caseros cantando la música de Rodolfo Zapata. A Gurrea lo secuestraron en julio del '76 y lo asesinaron cuando se escapó de
un vehículo en que lo trasladaban de un centro clandestino; José fue
secuestrado en abril del 78 y figura entre las víctimas en el Juicio Vesubio
III.
Eduardo Vicente, finalmente, heredó el fanatismo por Huracán de su papá,
Luis, quien fue un reconocido y destacado deportista: boxeador, ciclista y
campeón de Atletismo. A los 24 años este maestro, delegado sindical, militante social y escritor fue
asesinado en marzo de 1977 por efectivos de las fuerzas militares cerca de su
casa.
"Maestro, donde quieras que te
encuentres aquí está tu nombre", dice una de las placas que se pusieron en
homenaje y memoria a Eduardo en dos escuelas porteñas.