Se trata de José Edgardo Córdoba, quien fuera secuestrado el 17 de diciembre de 1975, al poco tiempo de que Domingo Bussi asumiera la comandancia del llamado Operativo Independencia, en la provincia de Tucumán.
La Justicia Federal informó sobre esa nueva
identificación realizada por el Equipo Argentino de Amtropología Forense,EAAF, de restos que fueron extraídos del llamado
Pozo de Vargas, acción efectuada por el conjunto de peritos judiciales del Camit, quienes
vienen trabajando en el lugar desde los últimos 10 años, aproximadamente.
José Edgardo Córdoba era oriundo de Catamarca, y en Tucumán estaba estudiando la carrera de Abogacía en el Universidad Nacional mientras trabajaba de como preceptor en el turno matutino en el Colegio Secundario José Estrada.
El 17 de diciembre del 75, a la salida
de esta tarea, a dos cuadras y media de
su lugar de trabajo, en la intersección de las calles Catamarca y San
Juan, y frente a un grupo de trabajadores
de la Empresa Cincotta, Córdoba fue rodeado por un grupo de hombres de civil
que se habían bajado de tres automóviles quienes lo sujetaron y a la fuerza lo introdujeron en
uno los autos y se alejaron ante el estupor de los transeúntes que circulaban
ese mediodía. Posteriormente se supo que en esa misma mañana, unos hombres
habían estado indagando sobre él en el Colegio Estrada.
Habría sido trasladado al CCD que funcionaba
en la Jefatura de Policía de Tucumán.
Como ocurría en estas circunstancias, los familiares
de José Edgardo Córdoba realizaron oportunamente la denuncia de su desaparición
y todos los trámites y averiguaciones correspondientes para dar con su
paradero. Se infiere, que siguiendo un patrón de acción, ya demostrado en los
diferentes juicios por delitos de lesa humanidad desarrollado en la provincia
de Tucumán, Córdoba que llevado a la Jefatura de Policía de Tucumán.
Los trabajos forenses en el llamado Pozo de
Vargas comenzaron en la provincia de Tucumán a principio de 2001, con la
extracción de restos óseos cuya primera identificación se produjo en el 2008.
Hasta el momento son 114 las identificaciones informadas aunque aún hay
alrededor de otros 30 patrones genéticos establecidos, pero como no se ha aportado,
por parte de los familiares, la muestra de sangre correspondiente, no es
posible establecer la pertenencia de esos
restos óseos.