"Este
juicio es el más importante después del Juicio a las Juntas", dijo Pablo
Llonto, abogado de la querella durante su presentación. Los acusados son seis
exintegrantes de los servicios de inteligencia del Ejército. En diciembre la
fiscalía pidió que se los condene a prisión perpetua por privación ilegal de la
libertad, tormentos y homicidios cometidos contra 94 víctimas entre 1979 y
1980.
El abogado Pablo Llonto, representante de la querella de los familiares de la víctimas, realizó ayer jueves el primer discurso del alegato final en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la represión ilegal a la denominada "contraofensiva montonera", donde destacó que los "servicios de inteligencia fueron el nervio central de la campaña de exterminio" de la dictadura.
"Este juicio es el más importante después
del Juicio a las Juntas", dijo Llonto en su presentación, y añadió que
"esta sentencia será mirada por todo el país, porque se juzga a toda la
estructura de inteligencia del Ejército".
La audiencia se realizó en forma presencial y virtual en los tribunales
federales de San Martín, donde se desarrolla el proceso oral y público contra exintegrantes de los servicios de inteligencia
del Ejército por privación ilegal de la libertad, tormentos y
homicidios cometidos contra 94 víctimas entre 1979
y 1980.
En su exposición, el letrado agregó que "los servicios de inteligencia
fueron el nervio motor que accionó el terrorismo de Estado" y consideró
que "está clara la responsabilidad absoluta de cada uno de los
representantes del sistema de inteligencia, y en particular, de estos seis acusados".
Los procesados son Jorge Apa,
quien se desempeñó como jefe de la División Inteligencia "Subversiva
Terrorista", dependiente la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor
General del Ejército; Roberto Dambrosi,
ex jefe de la Compañía de Actividades Psicológicas del Batallón 601 de
Inteligencia; y Juan Firpo,
ex jefe de la Central Contrainteligencia y jefe de la División Seguridad del
Batallón de Inteligencia 601.
También se juzga a Jorge Bano,
quien integró la Sección Operaciones Especiales (SOE) de la guarnición de Campo
de Mayo; Eduardo Ascheri, otro
integrante de la SOE de Campo de Mayo y Marcelo Sixto Courtaux,
jefe de Actividades Especiales de Inteligencia y Contrainteligencia del
Destacamento de Inteligencia 201.
El abogado, que representa familiares de 36 víctimas, se refirió a la
"propia confesión de Jorge Rafael Videla" en el libro no
publicado´Charlas en la cárcel con Videla´, de José Godelo donde el dictador
sostenía:"la lucha contra la subversión era fundamentalmente una guerra de
inteligencia".
Llonto situó además el contexto en el que se produjo la denominada
"contraofensiva montonera", donde se manifestó "una expresión de
decenas de resistencias que luchaban en toda Latinoamérica para el regreso de
la democracia".
"Hay que reivindicar a la identidad montonera porque ellos realizaron la
resistencia desde esa identidad", recordó Llonto.
Fuentes judiciales estiman que el alegato de la querella se extenderá a lo
largo de tres audiencias. El abogado lamentó que, "pese al trabajo realizado
durante años para que se juzgue a alrededor de 21 personas, solo se podrá
juzgar a seis", como consecuencia de la "falta de celeridad" del
proceso.
Audiencia presencial y virtual
Estuvieron conectados en forma virtual los acusados Jorge Ano y Roberto
Dambrosi ambos en su domicilio cumpliendo la prisión bajo esa modalidad, al
igual que Marcelo Xisto Courteaux (quien estuvo prófugo tres años) desde la
unidad 31; y en la unidad 34, Juan Firpo quien hasta noviembre cumplió prisión
domiciliaria pero en noviembre pasado volvió al penal tras haber violado en su
casa de Mar del Plata la domiciliaria.
El único imputado presente en la sala fue Eduardo Ascheri.En tanto, Norberto
Apa no estuvo conectado por temas de "salud" según explicó su defensa
quien lo representó en la audiencia.
La fiscal Daniela Sosti y el juez Matías Manchini también estuvieron de manera
virtual.
En diciembre pasado, y tras un alegato que se extendió por siete jornadas, la
fiscal Gabriela Sosti solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal
Federal Nº4 de San Martín que condene a prisión perpetua como
coautores del delito de genocidio a los seis militares que llegaron acusados al
juicio.
Sosti también solicitó que se revoquen las prisiones domiciliarias que cumplen
Apa, Ascheri, Bano y Dambrosi y que se mantenga la prisión efectiva de Courtaux
y Firpo, y que la sentencia fuera comunicada a los ministerios de Justicia y
Derechos Humanos y de Defensa de la Nación "para que se dé cumplimiento al
procedimiento de destitución y baja" de los imputados.
Fuente: Telam