Luego de muchos años de espera, se efectivizó la recuperación de la posesión de terrenos que corresponden a la Reserva Forestal Santa Ana. El hecho histórico puso en marcha un operativo que contó con la participación del Juzgado de Paz, la Fiscalía de Estado, la Dirección de Catastro de la provincia, la Dirección de Flora, Fauna silvestre y Suelo y personal policial.
El
juicio contra Vargas Francisco Miguel sobre reivindicación,
fue iniciado por la provincia de Tucumán en el 2006 cuando el demandado había
ingresado al bosque nativo a fin de realizar un plano de mensura por 384
hectáreas de las cuales 40 se habían desmontado.
Así
lo explicó Máximo Gómez, abogado de Fiscalía de
Estado: “Fue un proceso que demoró 14 años. Recorrió todas las instancias
y la Provincia lo fue ganando en todas: primera instancia, Cámara Corte y
recurso extraordinario federal”.
“Esta
acción judicial tiende a garantizar la protección del medioambiente. Los
terrenos tiene gran importancia ambiental para las generaciones futuras y para
las presentes de la comunidad de Santa Ana y zonas aledañas que son aquejadas
por las inundaciones producidas por la tala indiscriminada de terrenos que son
de la provincia y que son usurpados”, sostuvo Gómez.
A su turno, la encargada de la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelo, Liliana Fortini, contó que el bosque recuperado “es uno de los últimos relictos que tenemos en Tucumán de este tipo de formación en el sur de la provincia y colinda con otras reservas nacionales que forman parte de un paisaje y la protección de todo un sistema de montañas y ríos y el suelo de la provincia”.
Fortini
aseguró que la tierra fue cultivada con caña que luego se cosechó y se quemó el
rastrojo con técnicas que no amigables con el ambiente. Por este motivo, la
dirección realizará un relevamiento de cuales son estos espacios y
un proyecto de restauración del bosque. “Será el plan de la reserva,
hacer una forestación, darle continuidad al bosque y que se vuelva a poblar de
esta biodiversidad tan importante que tiene”, dijo.
Además,
el jueves se recuperó otro sector en la misma reserva en la zona sureste que
colinda con el Arroyo Matazambi. “Es un juicio que se inicio en el 2010 contra
el señor Villafañe”, dijo Gomez sobre el predio de 145 hectáreas que, en un
momento, había sido desmontado en 10 hectáreas y se dictó una medida cautelar
para que no avance.
“El
hombre cumplió la cautelar de no seguir desmontando y ya hay rebrotes en la
parte del predio usurpado. Si hubieran seguido los desmontes, toda la zona de
Villa Belgrano sería objeto de inundaciones por la tala indiscriminada”, cerró.