A TRAVÉS DE LA UBA, EL MINISTERIO FISCAL CONTINÚA CON UNA FORMACIÓN DE EXCELENCIA

Más de 80 alumnos se encuentran cursando la Segunda Cohorte de la Especialización en Ministerio Público que se realiza en forma conjunta con la Universidad de Buenos Aires. “Tanto la tecnología como la capacitación hacen a un mejor sistema de justicia”, sostuvo la docente Natalia Barbero. 

La carrera de Especialización en Ministerio Público que dicta la Escuela de Formación y Capacitación del MPF de Tucumán, en el marco del convenio firmado oportunamente con la Universidad de Buenos Aires (UBA), no se detiene en contextos de pandemia. Bajo esa consigna, la Escuela de Formación y Capacitación del MPF posibilitó que los 87 alumnos de la Segunda Cohorte continúen con el cursado, de manera virtual (vía zoom). 

Al respecto, una de las docentes de esa casa de altos estudios y asesora en Derechos Humanos y Derecho Penal Internacional, Natalia Barbero, destacó esta exitosa iniciativa llevada a cabo a través de la gestión del ministro público fiscal, Edmundo Jiménez, actualmente de licencia por disposición del decreto presidencial 20/2020 de marzo de este año, que posibilita contar con docentes de mucha trayectoria y experiencia.

 

“La UBA es una institución académica de primer nivel y de gran prestigio, no sólo nacional sino internacional. Permitirnos llegar a las provincias, contribuye a expandir la buena formación y a forjar un país mejor. Que el MPF de Tucumán haya posibilitado este programa de especialización de la UBA para todos sus funcionarios y empleados es ya una decisión, un proyecto bueno en sí, que esperemos que dé frutos y repercuta verdaderamente en la formación de cada uno de los alumnos. Porque al fin y al cabo entre todos hacemos funcionar el sistema de justicia. Cuanto más capacitados, mejor será el sistema”, sostuvo la profesional.

“Capacitarse es un deber”

La puesta en marcha del Nuevo Código Procesal Penal en toda la provincia y la necesidad de capacitar a los operadores judiciales fue objeto de análisis por parte de Barbero. “No es solo que es mejor capacitarse, sino que considero que es un deber hacerlo. Todos los que trabajamos en el área del Derecho estamos comprometidos con ello. No podemos ser parte del sistema de justicia de manera media o regular, tenemos que capacitarnos, actualizarnos, hacer lo que hacemos al máximo nivel posible. Ahí está el compromiso de cualquier ciudadano, más aún del personal judicial y funcionarios”, manifestó. 

Sobre la nueva modalidad del cursado, la docente dijo que: “Las clases fueron excelentes con mucho interés y participación. Estos tiempos también ayudan a centrarse en lo importante, evitamos las distracciones, reducimos tiempos de traslados y esperas, todo es más puntual y rinde más el tiempo. Es cierto que se añora la cercanía de lo presencial, lo social, los intercambios fructíferos de cada viaje y cada momento antes y después de clase, pero creo que se ha podido lograr cierta cercanía a pesar de ser virtual”.

Nuevo mundo tecnológico

Barbero remarcó la necesidad de contar con tecnología. “Gracias a ella pudimos continuar trabajando a pesar de las limitaciones de desplazamiento y el mundo seguirá ese camino, sin duda. Este nuevo mundo tecnológico nos facilita el trabajo, permite mayor eficiencia y ahorro de recursos, y además facilita la capacitación, la cual a su vez deviene necesaria por la mayor especialización que nuestro campo cada día requiere. Hemos visto que, a mayor tecnología, mayor posibilidad de capacitarnos. Por ello, tanto la tecnología como la capacitación hacen a un mejor sistema de justicia”, puntualizó la docente de la UBA.

El hecho de contar con una Escuela que se dedique a formar profesionales que den una respuesta eficaz a las necesidades actuales y futuras que reclama la sociedad, también fue valorada por la autora de varios libros y publicaciones jurídicas en Derecho Penal y Derecho Internacional. “La formación y la capacitación hacen a buen sistema de justicia. Es un compromiso y una obligación con la ciudadanía”, concluyó.

“El aprendizaje no se detiene”

La docente de grado, posgrado, maestría y doctorado en universidades nacionales y extranjeras hizo mención a su materia referida a las pautas de la investigación para resolver casos.

“No por ser juez, fiscal o defensor, abogado litigante o político, uno deja de estudiar. Entonces, al momento de resolver un caso se aplica todo: la formación en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal que uno ya trae, por un lado, y las actualizaciones y el estudio que uno sigue procurándose, por otro. Pero todo ese conocimiento tampoco alcanza sólo. Y las pautas son una guía de trabajo pero tampoco alcanzan por sí mismas. Así, no podemos resolver un caso solo siguiendo pautas porque faltaría mucho conocimiento previo y actual, y tampoco alcanza el conocimiento sin pautas”, subrayó.

“El proceso de pensamiento es la clave, y eso es pautado; en él se aplica todo lo que estudiemos de teoría del delito, de principios constitucionales, penales y de procesal penal, y de garantías. Todo aplica. Es un proceso complejo que se pone en marcha ante una situación fáctica con particularidades que nos exigen identificar, desde nuestra visión penal, los hechos relevantes y el encuadre jurídico adecuado. No se resuelve desde la práctica, se resuelve desde lo normativo, y para eso se estudia”, concluyó.


Fuente: APYC del MPF de Tucumán

 


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