Los peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmaron que los restos humanos hallados en un canal de agua en la zona de Villarino, cerca de Bahía Blanca, corresponden a Facundo Astudillo Castro, el joven de 22 años que desapareció el 30 de abril pasado, cuando salió de su casa en la ciudad de Pedro Luro para reencontrarse con su ex novia, con quien se había peleado recientemente.
El cadáver fue encontrado a al menos tres
kilómetros de un puente ferroviario de la zona que había sido el foco de varias
búsquedas, en un sector de bañados con distintas profundidades y sumamente
complejo de transitar. Las fuerzas de seguridad comenzaron a rastrillar el
lugar tras el aviso de lugareños, que vieron los restos flotando y se
contactaron con las autoridades de inmediato.
Según indicaron fuentes cercanas a la
investigación, se trataba de restos “esqueletizados”, en un avanzado estado de
descomposición, y “con al menos 90 días de antigüedad”, que fueron entregados
para su análisis al Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema y a los expertos
del EAAF, que fueron convocados por el fiscal del caso, Santiago Ulpiano
Martínez.
Los investigadores encontraron el
cadáver semienterrado en un curso de agua en una zona conocida como Bahía de
Ballenas, entre la localidad de General Daniel Cerri y Villarino Viejo, en el
mismo lugar donde días atrás personal de la PFA (por orden de la Justicia
federal, no interviene la Bonaerense) había realizado un rastrillaje en
búsqueda del joven, que estuvo 107 días desaparecido.
“Mamá, vos no tenés idea dónde estoy, no me
vas a volver a ver más”, le dijo a su madre Facundo poco después de las 13
horas del 30 de abril pasado, en la última comunicación que se le conoce desde
que salió de su casa. Desde ese momento, la versión más fuerte es que Astudillo
Castro habría sido detenido en la localidad de Mayor Buratovich, donde
presuntamente le labraron dos actas por haber violado la cuarentena, pero hasta
ahora no se sabe con precisión qué pasó con él después de eso.