EL DESTINO DE JOHAN ESTEBAN GALLO LO LLEVO A LUGARES QUE NUNCA HABÍA IMAGINADO
Nacido en San Miguel de Tucumán, y criado en Alderetes, el Cabo Principal Johan Esteban Gallo de 30 años, ingresó a la Escuela de Suboficiales de la Armada con el deseo de ser un hombre de mar. Su especialidad Furriel --administrativo naval-- lo llevó por destinos que nunca había imaginado, donde asegura que el compañerismo y el trabajo en equipo son lo que más destaca.
Destinado
desde el 2018 en la Dirección General de Personal Naval (DGPN), el Cabo
Principal Johan Esteban Gallo trabaja en el Sistema Automatizado de Evaluación
Numérica de Oficiales (SADENO).
Johan Gallo
combina su pasión por los papeles y su gusto por el mar: es un marino furriel,
aquel que desarrolla tareas administrativas en la Armada y, en muchas
ocasiones, su oficina se traslada a bordo de los buques de la Flota de Mar
argentina.
“Amo mi
especialidad, me gusta mucho leer y redactar –introdujo–, como la sensación
única e imborrable de navegar.” Este marino oriundo de Alderetes, no solo
navegó el Mar Argentino sino también en aguas antárticas, “fue un sueño
cumplido”, sostuvo. Lo hizo entre los años 2012 y 2014 a bordo del aviso ARA
“Suboficial Castillo”, donde realizó dos veces la Patrulla Antártica Naval
Combinada (PANC) con la Armada de Chile y una Campaña Antártica de Verano
(CAV).
“Agradezco a
la Armada todo lo que me tocó vivir hasta ahora; es un orgullo servir a la
Patria desde esta querida Institución donde trato de superarme día a día, tanto
profesional como personalmente”, destacó.
Otro destino
en el mar fue en la corbeta ARA “Guerrico” en el 2014, en la que realizó
diversas patrullas marítimas en la Zona Económica Exclusiva Argentina
participando de varios casos SAR (búsqueda y rescate en el mar). Entre sus
destinos en tierra se encuentra la Dirección de Personal de la Armada (DIAP) al
inicio de su carrera naval y entre el 2015 y 2017.
“La Armada me
ha hecho crecer en innumerables aspectos de mi vida, por ejemplo en el
compañerismo y el trabajo en equipo”
Fue a los 17
años, en el último año de secundaria en la Escuela Media de Alderetes, cuando
Johan sintió que era el momento indicado para poder concretar su tan anhelado
deseo de ser un hombre de mar, y decidió prepararse para rendir el ingreso en
la Escuela de Suboficiales de la Armada.
“Soñaba con
tener una formación militar y estaba convencido de la decisión, aunque
implicara alejarme cientos de kilómetros de mi familia.” De esta manera,
ingresó en el 2008.
“Ellos me
apoyaron y me apoyan incondicionalmente en la carrera; valoran y reconocen cada
paso que doy en la Institución”, aseguró. Su familia –compuesta por sus padres,
3 hermanas y 3 sobrinos– se mudó de Tucumán a Bahía Blanca por razones
laborales. Otro hermano ingresó a la Prefectura Naval Argentina y vive en Lomas
de Zamora. Johan es soltero y vive actualmente en Lanús, Zona Sur del Gran
Buenos Aires.
Su infancia y
adolescencia transcurrieron en el Barrio El Corte en la ciudad de Alderetes,
del Departamento Cruz Alta, ubicado al Este del Gran San Miguel. Sus estudios
primarios los cursó en el colegio San Vicente de Paul, también en
Alderetes.
“Cada vez que
me acuerdo del barrio me emociono, tengo recuerdos imborrables, gente que va a
quedar siempre en mi memoria. Se extrañan mucho las comidas típicas de allá,
como las empanadas, la humita y el sánguche de milanesa”, rememoró con una
sonrisa.
Entre sus
hobbies y actividades preferidas en su tiempo libre se encuentran el baile y el
fútbol.
“En lo
referente a la danza –contó Johan– bailo bachata hace 6 años en diversos grupos
coreográficos con presentaciones en distintas partes del país con grandes
artistas y profesores. En lo que respecta al fútbol, participé en un equipo que
denominamos ‘Deportivo ARA San Juan’, con el que fuimos bicampeones de un
torneo realizado en el sur del Gran Buenos Aires”, concluyó.
Fuente: gacetamarina.com.ar