Desde temprano, los alrededores del estadio se llenaron de fanáticos buscando dónde arrancar la previa. El escenario 360° se ubicó en el centro del campo de juego del estadio, equipado con cuatro sistemas de sonido y 200 m² de pantalla. La banda hizo una entrada memorable, montados en un tricimoto, y durante tres horas tocaron canciones de toda su discografía, además de estrenar en vivo las últimas tres que forman parte del documental "Totalmente Poseídos".
Chizzo aprovechó la ocasión para rendir homenaje a Javier Martínez y Nacho Smilari, quienes recientemente fallecieron, mencionando que ahora están armando una banda celestial junto a Pappo y el Flaco Spinetta.
Hacia el final del show, la banda invitó al escenario a un coro de niños de escuelas rurales de San Marcos Sud para interpretar el clásico "El Rebelde" y visibilizar la problemática del uso de agroquímicos en su región. Como siempre, La Renga se despidió con su mensaje sobre la libertad.