Hoy, 13 de
marzo de 2023, se cumplen 11 años de la elección del cardenal Jorge Bergoglio
como papa Francisco.
El 13 de marzo de 2013,
hace exactamente 11 años, el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge
Mario Bergoglio, fue
elegido sucesor de Benedicto XVI para
ascender al trono de San Pedro. Eligió como nombre para su pontificado el de
Francisco -en homenaje al “poverello”, al santo de Asís-, nombre con el cual ya
señalaba un perfil y un derrotero de lo que fue su vida y magisterio en estos
años de ministerio petrino.
“Saben que el deber del cónclave es darle un obispo a Roma.
Parece que mis hermanos cardenales fueron a buscarlo casi al fin del mundo”,
dijo el flamante pontífice aquella noche romana del 13 de marzo de 2013, en la
que se convertía en el primer Papa jesuita, latinoamericano y argentino; y en
el primer Papa no europeo después de casi 14 siglos.
El nuevo Obispo de Roma sorprendió entonces a los presentes
pidiéndoles “un favor”, antes de dar su tradicional bendición en ese encuentro inicial,
durante el que les hizo una reverencia.
“Les pido que oren al Señor para que me bendiga, la oración del
pueblo pidiendo bendición para su obispo. Digamos esta oración en silencio”,
propuso, logrando silenciar a la multitud, que celebraba desde hacía
aproximadamente una hora la elección.
La primera bendición se extendería, más tarde, “al mundo entero, a todos los
hombres y mujeres de buena voluntad”.
No fueron estos años fáciles ni para la Iglesia ni para el mundo
El
contexto y el difícil panorama mundial en el que a Francisco le ha
correspondido servir por medio de su pontificado ha estado marcado por diversos
conflictos bélicos, como el de Sudán del Sur, el de Yemen, el de la violencia
en Nigeria, el conflicto en Siria con el del Califato de Estado Islámico,
además del actual conflicto ruso-ucraniano y, más recientemente, el conflicto
bélico israelí-palestino, con las trágicas consecuencias y crisis humanitarias
que cada guerra genera.
En estos 11 años, Francisco se ha caracterizado por sus manifestaciones
de cercanía hacia todos, especialmente a los más alejados y desfavorecidos,
proponiendo una Iglesia en salida, como un hospital de campaña al que pueda
acudir la gente herida. El suyo es un pontificado centrado en la misericordia,
en la caridad, en el servicio y el amor al prójimo. Por medio de sus palabras,
sus gestos y sus escritos, presentó a una Iglesia que anuncia el Evangelio con
alegría y misericordia.
Saludos de Los obispos argentinos
Los
obispos participantes de la 196ª reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia
Episcopal Argentina enviaron una carta al Papa
Francisco para saludarlo por “este 11° aniversario de tu
elección como "padre y pastor de la Iglesia universal”.
Los obispos le manifiestan que están “comprometidos en la vida
cotidiana de nuestros hermanos más pobres y vulnerables en medio de un nuevo
cambio económico y social donde no dudamos en reforzar el anuncio del Evangelio
y del Magisterio que nos propones constantemente”.
“Te aseguramos nuestra oración por tu vida y ministerio y te
encomendamos nos pongas en las tuyas, para que seamos una Iglesia en salida,
fraterna y misionera”, le piden.
Texto de la carta
Muy querido Papa Francisco,
Te escribimos con mucha
alegría, desde la 196 reunión de la Comisión Permanente de la CEA, espacio de
concreta colegialidad episcopal donde tantos años actuaste y serviste.
Queremos saludarte en este 11° aniversario de tu elección como padre y pastor
de la Iglesia universal. No nos resulta difícil volver con el recuerdo del corazón
a aquella tarde en que el Señor te reveló una nueva misión al servicio de su
Pueblo al que tanto amaste siempre.
La Iglesia vive este
tiempo de reflexión sinodal abierta a la esperanza puesta siempre en el Señor
que conduce la historia. Desde Argentina peregrinamos hacia el Jubileo en el
año de la oración, muy atentos a todos los pasos y acciones propias del camino
sinodal que vivimos con esperanza y gozo, particularmente bajo la luz de la
santidad de Mama Antula y del Beato Eduardo Pironio.
Estamos comprometidos en
la vida cotidiana de nuestros hermanos más pobres y vulnerables en medio de un
nuevo cambio económico y social donde no dudamos en reforzar el anuncio del
Evangelio y del Magisterio que nos propones constantemente.
Te aseguramos nuestra
oración por tu vida y ministerio y te encomendamos nos pongas en las tuyas,
para que seamos una Iglesia en salida, fraterna y misionera.
Fuente:
AICA