La votación resultó rechazada con 42 votos, solo votaron afirmativo 25 y 4 se abstuvieron. Fue durante la sesión de este jueves que habilitó la vicepresidenta de la Nación en medio de la interna que mantiene con Milei. A pedido del jefe del bloque los libertarios pidieron una moción de orden para postergar el tratamiento, pero también naufragó.
“Rechazado con 42 votos negativos,
25 afirmativos y 4 abstenciones”, indicó el tablero del recinto de la
Cámara alta a las 19.44 en la votación del mega DNU 70/23 de desregulación de
la economía en la sesión de este jueves que habilitó la propia titular del
Cuerpo, Victoria Villarruel, en el marco de la interna que
mantiene con el presidente Javier Milei, constituyéndose un
duro golpe para el oficialismo y una gran victoria para un sector de la
oposición.
La decisión final se dará en Diputados, por lo que mientras tanto el DNU
sigue vigente de acuerdo a lo que la Ley 26.122 establece que ambas cámaras
deben rechazarlo para que quede anulado.
A la hora de la votación La Libertad Avanza, que tuvo la baja de Bartolomé
Abdala por el fallecimiento de su esposa, contó con el respaldo del
Pro y un puñado de radicales.
A los 33 integrantes de Unión por la Patria que, de ante mano rechazaban el
texto, se sumaron los radicales Martín Lousteau y Pablo Blanco; 2
de Unidad Federal, Edgardo Kueider y Carlos “Camau” Espínola; 2 de
los santacruceños, José María Carambia y Natalia Gadano; el de
la neuquina Lucila Crexell y el de Mónica Silva, de
Rio Negro. Las abstenciones fueron de Maximiliano Abad, Carlos Arce,
Sonia Rojas y la cordobesa Alejandra Vigo.
El tratamiento del DNU fue el plato fuerte de la jornada que quedó para
tratar en último lugar. En la previa, Villarruel, intentó sin éxito postergar
por 15 días el tratamiento del decreto. En reunión de Labor Parlamentaria, la
presidenta del Cuerpo no sólo encontró la negativa de Unión por la Patria sino
de otros bloques de la oposición. El mismo pedido realizó el jefe del bloque
liberal, Ezequiel Atauche, durante la sesión, pero la moción resultó negativa.
Se da por descontado que el rechazo del Senado no caerá nada bien en Casa
Rosada y generará malestar dentro del bloque luego de la sesión habilitada por
la vicepresidenta, ya que mientras se desarrollaba la reunión de Labor, la
Oficina de Prensa del presidente lanzó un duro comunicado contra Villarruel,
quien no disimuló su malestar ante los senadores presentes.
En la foto, quienes respaldan al gobierno de Milei, preocupados --momentos antes de que finalizara la sesión--porque ahí ya los números no los estaban favoreciendo cuando faltaba poco para que finalizara la sesión: el resultado de la votación fue 42 votos que rechazaban el DNU contra los 25 que estaban a favor del mismo.
Durante febrero, Unión por la Patria había solicitado una sesión para tratar el DNU en tres ocasiones. A ninguna de ellas accedió la vice, más allá de lo que establecen los artículos 19 y 20 del reglamento. Más tarde, cerca del 1ro. de marzo, se sumó una solicitud de bloques federales, a los que se acopló un radical.
Desde el entorno de
Villarruel consideran que, iniciado el período ordinario, la presidenta del
Senado ya no tenía margen para no incluir el debate del decreto dentro del
recinto, sobre todo también porque esa situación inconclusa le trabaría el
resto de los temas.
Así las cosas, desde el Gobierno se aceleraron conversaciones con
gobernadores para intentar evitar que algunos senadores bajen al recinto. En
tanto, alarmados, dirigentes del oficialismo salieron a reclamar que el DNU
todavía no cuenta con dictamen de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo
y que hay muchos decretos pendientes, como expresó el miércoles por la noche el
presidente de Diputados, Martín Menem, en el canal LN+.
Sin embargo, la Ley 26.122 establece que, pasado el plazo de 10 días para
que la comisión dictamine, ambas cámaras podrán tratar de oficio el decreto. A
esta altura, no sólo desde Unión por la Patria insisten con que todos los
tiempos están vencidos, sino otros sectores también.
El mega DNU
El Poder Legislativo tiene como atribución el análisis de los decretos del
Poder Ejecutivo y, particularmente sobre los DNU, evaluar si cumple con los
requisitos de “necesidad y urgencia”, al tiempo de determinar su validez o
invalidez en torno a la constitucionalidad o no del mismo. Es decir, no se
aprueba o rechaza por las medidas allí contenidas, sino por las formas. Algo
que es lo más cuestionado del 70/23, el cual no tiene antecedentes por su
magnitud y a través del cual se derogaron más de 30 leyes y se modificaron unas
300.
El mega de Milei, que significó el primer paquete de medidas del Gobierno,
dictado el 21 de diciembre, estableció la derogación de la Ley de Alquileres,
la derogación de la Ley de Góndolas y la Ley de Abastecimiento, la liberación
de los precios de las prepagas, el cobro de intereses punitorios sin regulación
ni topes para las tarjetas de crédito, la habilitación de privatizaciones y
modificaciones en la Ley de Medios y la Ley Argentina Satelital, entre
muchísimos otros puntos.
A partir de distintas cautelares presentadas, la Justicia suspendió el
capítulo de la reforma laboral, los cambios en la Ley del Instituto Nacional de
la Yerba Mate, y la posibilidad de que los clubes de fútbol -si así lo
quisieran- se transformen en sociedades anónimas. La Justicia de La Plata había
hecho también lugar a una cautelar contra la derogación de la Ley de Tierras,
pero posteriormente un juez federal la dejó sin efecto.
Las voces a favor y en contra
En su carácter de titular de la Bicameral de Trámite Legislativo, el
oficialista Juan Carlos Pagotto, recordó que la orden del día no
tenía dictamen de comisión y planteó: “Este DNU 70 que tanta polvareda ha
levantado viene siendo tratado en la comisión”, e hizo un paréntesis para
cuestionar que la misma estuvo sin conformarse por más de cinco años”.
El riojano defendió que el decreto es la base para la reconstrucción de la
economía argentina y tiene “una gran incidencia en lo que la gente quiere”. En
ese sentido, solicitó la aprobación del DNU y volvió a chicanear que “nunca
antes se han tratado los DNU, pero como tenemos memoria selectiva…”, y les
enrostró a los titulares del bloque UP que “hay ciertos DNU que no se han
tratado y también afectaban los derechos de los argentinos, muchos de los cuales
tienen vigencia”.
Tal como era sabido, desde el bloque UP anticiparon el rechazo pleno. Fue
la vicejefa del espacio, Anabel Fernández Sagasti la encargada
de ratificar la posición argumentando que el mega DNU es “inconstitucional, no
solo por arrogarse el Ejecutivo facultades del Legislativo propio del artículo
75 de la Constitución Nacional, sino también porque viola y vicia en lo
sustancial y formal el artículo 99 inc. 3”.
“No hay ninguna necesidad y urgencia en muchos temas. Este DNU es
inconstitucional, el Ejecutivo se está arrogando de facultades, es un tercio de
lo que quiere hacer por DNU y si permitimos que esto avance, vamos atener que
cerrar el Congreso de la Nación. Estamos dispuestos a discutir cada título
y desde las provincias podemos aportar a mejorar lo que quiere impulsar”,
remató Fernández Sagasti.
Con radicales divididos, el vicepresidente de la Bicameral de Trámite
Legislativo Víctor Zimmerman, calificó el DNU como “atípico” y
alertó que “está impactando de forma dispar en la Argentina”. Recordó que
presentaron una nota solicitando la presencia de funcionarios para que
expliquen el texto porque “se dicta en el marco de un conjunto de medidas
económicas y sociales para ver si podemos salir de la difícil situación de la
Argentina”. El chaqueño le enrostró al bloque de UP -a modo de defensa de las
acusaciones de ese sector opositor de que el oficialismo, la UCR y el Pro
querían dilatar el tratamiento- que presentó una nota la semana pasada
solicitando que se inviten a constitucionalistas a debatir.
El radical detalló que en “la comisión hay 136 DNU pendientes de
tratamiento. Estoy hablando de años, no de unos días. 14 son de la gestión de
Macri, 107 de la gestión de Alberto Fernández y 15 de la gestión actual”. “No
hay un DNU más importante que otro. Que puede tener mayor impacto e incidencia
sí”, planteó y contó que tan solo fueron tratados 99 DNU en el Senado, pero en
Diputados ninguno.
A diferencia del chaqueño, el porteño Martín Lousteau arrancó:
“Voy a votar en contra del DNU porque es inconstitucional y eso es lo único que
tenemos que evaluar. Lo dice todo el espectro de constitucionalistas de la
Argentina”, y agregó: “Es un DNU de más de 300 artículos, que deroga más de 80
leyes y no tendríamos más nada que discutir”.
El radical comparó: “En los países donde rige el imperio de la ley cuando
alguien dice ‘eso es ilegal’ se acaba la discusión. En los países donde no rige
el imperio de la ley, cuando alguien dice ‘eso es ilegal’ se empieza a decir
‘bueno, pero en realidad lo hice con buenas intenciones, lo hizo otro antes’ es
ilegal”.
“Los que se llenan la boca hablando de Estado de derecho y de instituciones
y la importancia que las dos cosas tienen para el desarrollo, hoy miran para el
costado y defienden algo que es inconstitucional a todas luces. Lo pueden
justificar por convicción, por conveniencia, por temor porque este es un
presidente de un Gobierno que amedrenta, que atemoriza, que amenaza; o también
porque el fin justifica los medios”, disparó y sumó: “La conveniencia no está
entre los elementos para decidir qué curso se toma si una ley o un DNU”.
Para Lousteau “los que hoy o antes avalan esta herramienta a cualquier
costo están generando un monstruo”. Así, criticó que el propio DNU no dice cuál
es la necesidad y urgencia en los considerandos, recordó que desde el bloque le
pidieron una ley espejo en el período de extraordinarias y no lo hizo.
“Queremos debatir el tema porque sabemos que el país está mal y requiere de
reformas”, fundamentó y cerró: “Urgente es lo que pasa en la realidad, hay
contenido que es bueno, otro es regular, malo y muy malo, desglósenlo en
parte”.
Por el lado oficialista, el formoseño Francisco Paoltroni expresó:
“Veo una brecha inconmensurable de los que defienden la máquina de impedir que
se ha creado en los últimos 20 años, y los emprendedores, los generadores de
trabajo que tienen la enorme responsabilidad de llevar una PyMEs adelante. Es
tan grande la brecha que, para muchos acá, es imposible comprender la necesidad
y urgencia porque atentan contra la generación de trabajo y de riqueza”, y
remató: “Dejemos la hipocresía de lado”.
A diferencia de su compañera de bloque, el entrerriano Edgardo
Kueider reiteró su rechazo al DNU, tal como lo había manifestado un día
después de que se publicó el mismo, y compartió un posteo en redes.
En el final de las exposiciones, el jefe de bloque radical Eduardo
Vischi anunció su voto positivo porque “necesitamos unir a los
argentinos y no es el momento de rechazar el DNU”. “Estamos dispuestos al
cambio y queremos colaborar con el cambio. Tenemos la predisposición de
colaborar”, enfatizó.
Asimismo, celebró que Victoria Villarruel haya convocado a sesionar y
agregó: “Quiero resaltar su decisión porque bien podría hacer lo que se hacia
siempre y no convocar”: Incluso, valoró la decisión a pesar de lo ocurrido con
el presidente provisional Bartolomé Abdala.
Sin embargo, le envio un mensaje al jefe de Estado: “Si el presidente Milei
pretende hacer cambios profundos necesariamente debe dialogar, escuchar y ver
aportes de distintos sectores”, y amplió que “para que el cambio sea profundo
debe ser consensuado”.
Finalmente, remarcó su apoyo al decreto 70/2023, pero advirtió: “Mandar un
proyecto y maltratar a los legisladores, es de muy corto plazo y la paciencia
también se agota”.
Antes de la votación y con la seguridad de que el resultado sería esquivo
para el oficialismo, el jefe de bloque libertario, Ezequiel Atauche, cargó
contra el kirchnerismo e ironizó que “quiero felicitar a la oposición porque de
golpe se han convertido en constitucionalistas”.
“Escuchamos incoherencias que denotan una intencionalidad que no me
cierra”, siguió el jujeño y recordó el pedido de prórroga de 15 días para
“darle tiempo al Gobierno”. Al profundizar sus críticas contra Unión por la
Patria, sostuvo que “cuando no gobiernan, no quieren dejar gobernar”. “Les
duele porque estamos haciendo las cosas y desde que está vigente este DNU,
detuvimos la hiperinflación y acumulamos 10 mil millones de dólares de reservas.
Detuvimos a un tren que se chocaba contra una pared”, enfatizó. Para cerrar,
Atauche afirmó que “hoy los argentinos si la ven”, y cerró: “Estamos haciendo
las cosas bien a pesar de que a muchos les duela y nosotros no estamos
preocupados por cargos y privilegios”.
Fuente: https://www.parlamentario.com/