IMPORTANCIA DEL 30 DE MARZO DE 1982

 

Guerra de Malvinas, fin de la dictadura, bautismo de fuego político de una generación. A comienzos de 1982 la dictadura militar-civil-eclesiástica que se inició formalmente en 1976 (aunque la represión en Tucumán empezó mucho antes) comenzaba a declinar. 

Los horrores de la represión ilegal se habían ido conociendo poco a poco.

Escribe: Fernando Korstange

Primero con la difusión de la lucha de las Madres a través de los periodistas holandeses, franceses y suecos, que vinieron a cubrir el Mundial de Futbol de 1978. Ya sabían en Europa, por las denuncias de los exiliados, las atrocidades que cometía la dictadura y numerosos grupos solidarios comenzaron a denunciarlas. En el exterior, un grupo muy activo de exiliados entre los que estaba Eduardo Duhalde acuñaron el concepto de “Estado Terrorista” para definir a la dictadura militar argentina.

El gobierno norteamericano encabezado por el demócrata James “Jimmy” Carter, tenía como Secretaria de Derechos Humanos a Patricia Derian, una activista política contra las violaciones de los Derechos Humanos en Latinoamérica. A instancias de Derian se presionó a la dictadura argentina a permitir la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1979. A regañadientes la dictadura aceptó esta misión, pero se la rodeó de una campaña de desprestigio y distracción con el mundial juvenil de fútbol de Japón (el debut internacional de Maradona). Se empleó todos los medios posibles para considerarla una intromisión, no obstante lo cual, recibió más de 5000 denuncias


Entre las acciones de propaganda de la dictadura es muy recordada la campaña, diseñada por la consultora de comunicación norteamericana Burson Masteller, que consistía principalmente en calcomanías (“stickers”) con el eslogan “los argentinos somos derechos y humanos”. También es muy recordada la arenga de popular relator José María Muñoz para ir a recibir al seleccionado juvenil triunfante: “Vayamos todos a Avenida de Mayo y demostrémosles a los señores de la Comisión Internacional de Derechos Humanos que la Argentina no tiene nada que ocultar”. En ese mismo momento, la policía tuvo que cortar el tránsito en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) porque la fila de familiares de desaparecidos que fueron a presentar sus denuncias era interminable. 

El informe de la Situación de los Derechos Humanos en la Argentina fue el primer documento de un organismo internacional en denunciar las torturas y desapariciones (su informe impreso tardaría muchos años en circular, escasamente, en Tucumán). La CIDH vino a Tucumán. Recibieron a los familiares en el hotel Francia.  

Luego también tendría mucha prensa internacional la distinción con el premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel en 1980.

La debacle económica y el desempleo que habían producido las políticas de desindustrialización terminaban de animar a la CGT “Brasil” conducida por Saúl Ubaldini a convocar a la marcha por “Paz, Pan y Trabajo el 30 de marzo de 1982. 

Esa marcha marcó el bautismo de fuego en las calles para buena parte de nuestra juventud, que empezaba a despertar después de años de letargo, desinformación, miedo (y otra vez desinformación) de los padres, etc. que se sintetizaban en el mandato familiar: “No te metás”. 

Ese año se había constituido otro agrupamiento de sindicalistas, pero afines al gobierno militar, era la CGT “Azopardo” conducida por Jorge Triaca. 

Aquella marcha fue severamente reprimida por la policía en la Ciudad de Buenos Aires y en otras partes del país. En Mendoza es herido, y muere poco después, un sindicalista de la Asociación Minero Obrera Argentina (AOMA) José Benedicto Ortiz. 


En Tucumán, la marcha  por Paz, Pan y Trabajo, partió desde Plaza Irigoyen y se dirigía a Plaza Independencia donde no pudo llegar porque fue dispersada por la policía. Hubo corridas y algunas detenciones transitorias.

El 30 de marzo de 1982 debe ser rescatado como una más de las luchas para el retorno de la democracia, como una de las grandes gestas de la lucha popular, de rebelión y resistencia popular en las calles. La importancia de esa marcha es tal, que aceleró un golpe de efecto, planeado por la dictadura en el mayor de los secretos, para revitalizar la credibilidad perdida: el desembarco y recuperación por sorpresa de las Islas Malvinas, que tocó las fibras sensibles de los sentimientos de dignidad nacional.

 

La gesta Malvinas dividió a los argentinos en dos grandes grupos:

  • Un sector mayoritario priorizaba el sentimiento nacionalista, que le había sido largamente inculcado en cada acto escolar. Por encima del contexto político dictatorial, se encolumnaba tras las expresiones de triunfalismo que alentaba la dictadura. La imagen de un General Galtieri eufórico saliendo al balcón, como quien emula a Perón, arengando a las masas y desafiando a los ingleses, es imborrable para quienes pudimos verla en vivo por televisión en cadena nacional. 
  • Por otro lado, y sin ninguna presencia en los medios, otra parte de los argentinos veía con preocupación esta escalada bélica que pretendía tapar la represión ilegal, la debacle económica y el descrédito internacional en el que había caído la dictadura, al que se agregaba ahora el sufrimiento de los soldados.

Los “colimbas” de 19 años que habían recibido una instrucción consistente en soportar humillaciones, sin nada de preparación militar, mal pertrechados para el frío austral, eran enviados a la muerte en una aventura descabellada que tenía más objetivos internos que externos.

Se opuso a esta locura bélica la comisión de diálogo conformada por los principales partidos políticos: “la multipartidaria”.

Esa comisión comenzaba a reorganizar las estructuras de participación y reclamaba elecciones. Entre sus más activos impulsores se encontraba Raúl Ricardo Alfonsín, líder del Movimiento de Renovación y Cambio de la Unión Cívica Radical. En este contexto, los estudiantes más experimentados comenzaron a reunirse, a conocerse, empujados por el entusiasmo de los militantes radicales, comunistas, democristianos y peronistas con mayor experiencia. En su mayoría se trataba de estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina y muchos de ellos provenían de provincias vecinas.

Compartilo:

 
Copyright © Metropolitana 93.5 | La Autentica | Tucumán. Designed by ORUASI OddThemes | Distributed By ORUASI