La jefa del Comando Sur de Estados Unidos
(Southcom), Laura Richardson, advirtió que el gigante asiático podría utilizar
las capacidades existenes en vías fluviales estratégicas, como el Canal de
Panamá y el Estrecho de Magallanes, para alcanzar no sólo objetivos civiles,
sino también militares. Foto: AFP
"Estoy
absolutamente preocupada por las inversiones chinas", dijo Richardson
durante un debate en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un
think-tank con sede en Washington.
La jefa militar añadió que China está "a la cabeza de la lista"
como desafío para Estados Unidos en América Latina.
Richardson expresó también su
preocupación por el aumento de las actividades de
China en vías fluviales estratégicas, como el Canal de
Panamá y el Estrecho de Magallanes.
Además, deslizó que el gigante asiático podría utilizar las capacidades allí
existentes para alcanzar no sólo objetivos civiles, sino también
militares.
En ese sentido, aclaró que China no
tiene bases militares en América Latina, pero es muy probable que las
establezca en el futuro, consignó la agencia de noticias Sputnik.
Se
estima que Estados Unidos posee alrededor de 80 bases militares en América
Latina, la mayoría en Panamá, Puerto Rico, Colombia y Perú,
además de la que posee en Guantánamo, Cuba.
En marzo, Richardson había afirmado ya ante la Comisión de
Defensa de la Cámara de Representantes de su país la preocupación por la creciente
influencia de Beijing en Latinoamérica.
En ese contexto, dijo que China “continúa expandiendo su influencia
económica, diplomática, tecnológica, informativa y militar” en
América Latina y el Caribe, y “manipula” a sus gobiernos mediante “prácticas
de inversión depredadoras”.
“Esta región está llena de recursos y
me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios que se aprovechan de
ello, aparentando que están invirtiendo cuando en realidad están extrayendo”,
agregó Richardson en referencia a la extracción de litio
en la Argentina, Bolivia y Chile.
El gobierno de Bolivia de Luis Arce rechazó entonces sus declaraciones por
entender que constituían una “injerencia” al sostener que "manipula"
a gobiernos de América Latina y el Caribe.
“Nosotros no tenemos ni admitimos ninguna injerencia de
ningún Estado del mundo; Bolivia tiene una definición en cuanto
a la industrialización de los recursos naturales”, afirmó entonces el ministro
de Hidrocarburos boliviano, Franklin Molina.
Fuente: Telam