El
exmandatario revirtió la diferencia registrada al inicio del escrutinio y
lideró el conteo por más de 4 puntos sobre el actual presidente. La
participacón fue del 79,1 por ciento del padrón, similar a la de las últimas
elecciones presidenciales. Militantes de Lula
salieron a las calles (Foto: Paula Froes).
Por Pablo Giuliano, corresponsal, y Ariadna Dacil Lanza, enviada especial (desde Brasil) -
El expresidente Luiz Inácio Lula da
Silva se impuso en la primera vuelta de las elecciones de Brasil por más de
cuatro puntos porcentuales sobre el mandatario Jair Bolsonaro, pero la puja por
el poder se definirá el próximo 30 de octubre en balotaje, confirmó el Tribunal
Superior Electoral (TSE).
Con el 98,04 por ciento de los sufragios contados, Lula obtenía el 48,02 por
ciento y Bolsonaro el 43,55 por ciento.
Para ganar en primera vuelta se necesita el 50% más uno de los votos. Si
ninguno de los candidatos alcanza esa cifra, la Presidencia de Brasil se
definirá en un balotaje el 30 de octubre.
El Tribunal Superior Electoral contabiliza sólo los votos válidos para elegir
presidente, es decir, no incluye a los sufragios en blanco o los anulados.
Asimismo, la participación fue del 79,10% del padrón, similar a la de los
últimos comicios presidenciales.
La campaña del Partido de los Trabajadores (PT) cree que hubo un "voto
silencioso" a favor del presidente Bolsonaro que no detectaron las
encuestas, que le daban a su candidato entre el 50 y 51 % de los votos.
"Se esperaba un voto silencioso hacia el presidente, que debería tener
más del 36% de los votos. La campaña fue atípica por eso", dijo a
Télam uno de los históricos dirigentes del PT, que habló en condición de
anonimato.
El dirigente comentó que la expectativa es que los votos donde el PT debería
recuperar terreno, e incluso vencer la primera vuelta, son los de los estados
del nordeste, especialmente los más populosos como Pernambuco, Ceará y Bahía.
El equipo de campaña de Lula se encuentra en el hotel Novotel Jaraguá de San
Pablo siguiendo el escrutinio y estaba previsto que el candidato del PT ofrezca
un discurso después de las 20.
Bolsonaro, por su parte, estaba siguiendo el resultado en el Palacio de
Alvorada, residencia oficial de Brasilia, después de haber votado en Río de
Janeiro por la mañana.
Las mesas abrieron puntualmente a las 8 y cerraron en general a las 17, aunque
muchas de ellas continuaron abiertas a la espera de que votaran los ciudadanos
que estaban formando fila a esa hora.
(Foto:
Paula Froes).
La jornada, que transcurrió sin mayores incidentes, se caracterizó por la gran
afluencia de ciudadanos, en su mayoría ataviados con ropa verde y amarilla o
roja, según fueran simpatizantes de Bolsonaro o Lula, que convivieron en paz en
las largas filas formadas frente a los colegios.
El exmandatario votó cerca de San Pablo, donde forjó su actividad sindical y
política en las décadas de 1970 y 1980 y lideró el mayor movimiento obrero
contra la dictadura militar que gobernó el país desde 1964 a 1985.
"Estoy votando con la posibilidad de volver a ser presidente para que
el país vuelva a la normalidad", dijo Lula.
A unos 430 kilómetros de distancia, el presidente y excapitán del Ejército votó
en Río de Janeiro, en una escuela del barrio Villa Militar a la que llegó en
una caravana de autos negros, vestido con la camiseta de la selección de fútbol
de Brasil.
El voto en Brasil es obligatorio para los ciudadanos de entre 18 y 69 años
y opcional para los que tienen 16 y 17 y los mayores de 70.
Sea quien sea el ganador, asumirá la Presidencia el 1 de enero de 2023 y con,
ella, las riendas del país más grande y más poblado de Sudamérica, así como su
mayor economía, la décima del mundo, según el FMI en base al PBI nominal.