La información surgió del celular de Brenda Uliarte, la novia del agresor Fernando Sabag Montiel. Los mensajes dan cuenta de un intento de cinco días atrás, cuando la Vicepresidenta le habló a la militancia apostada en Juncal y Uruguay, en el edificio donde vive. En la foto, los copitos de azúcar que llevaba la novia de Sabag Montiel, mezclada entre la militancia.
Una serie de mensajes extraídos del teléfono celular de Brenda Uliarte,
imputada por el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de
Kirchner, permitieron a la justicia detectar que el mismo grupo de personas
había intentado asesinarla, ya antes, dos
veces.
La información surgió del celular de la propia novia de Fernando Sabag Montiel,
el hombre que el 1 de septiembre intentó dispararle a Fernández de Kirchner en
la cabeza cuando saludaba a los militantes que habían ido a manifestarle su
apoyo en las inmediaciones de su casa, en el barrio porteño de Recoleta.
Fuentes de la investigación consultadas por esta agencia confirmaron que los
mensajes dan cuenta de un intento de asesinato ocurrido el 27 de agosto,
durante la noche en la que la Vicepresidenta le habló a la militancia apostada
en la zona de las calles Juncal y Uruguay, donde se emplaza el edificio donde
vive la titular del Senado.
"No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay
poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o
sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario
era con ella porque la habrán seguido", dice uno de los mensajes que
recibió Uliarte de parte de Sabag Montiel.
"¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando
ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido", sostiene otro
mensaje detectado por la justicia.
En otra comunicación, Sabag Montiel le dice a Uliarte: "No, ya se me metió
adentro y el escenario, el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a (el
gobernador bonaerense) Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios, eh, y se
fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga, así que ya fue,
dejá, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada".
La información coincide con la de un video publicado la semana pasada por el
canal de noticias C5N donde se ve que el 27 de agosto Sabag Montiel estaba
camuflado entre los manifestantes como si fuera un vendedor de copos de nieve
azucarada y logró acercarse a metros del gobernador de la provincia de Buenos
Aires.
A partir de la nueva información incorporada al expediente, la jueza federal
María Eugenia Capuchetti volvió a imponer este lunes el secreto de sumario en
la causa por el intento de magnicidio contra Fernández de Kirchner, luego de
que se incorporara al expediente como prueba clave el contenido del celular de
Brenda Uliarte, la novia de Sabag Montiel, imputada por el mismo hecho.
"El teléfono de ella es muy contundente", afirmó a Télam una
fuente de la investigación que, sin revelar detalles, aseguró que confirma su
participación en el intento de asesinar a la expresidenta, a la vez que aseguró
que se trata de un material que la coloca como participante activa de distintos
grupos de "heaters".
En las últimas horas el diario Página/12 había revelado que en el celular
Xioami Note 9 de Uliarte se encontraron frases como "tenemos que
generar hechos, no protestas" y "basta de andar puteando, hay que
tirar molotov en la Rosada".
Otro hecho que despertó el interés de los investigadores fue la participación
activa de Uliarte en grupos de Telegram con ideas radicalizadas y, por
supuesto, al margen de la ley. Los nombres de esos grupos de Telegram se
mantendrán en reserva por temor a que su publicación pueda generar que sumen
adeptos, destacaron fuentes.
"Hay un submundo todavía más violento que aquellas expresiones que
llegan a hacerse públicas a través de redes sociales", sintetizó
una fuente de la investigación en diálogo con esta agencia.
Tras recibir todo el cúmulo de información, la magistrada volvió a disponer el
secreto de sumario en el expediente, por lo que no se descarta que en las
próximas horas vayan a ejecutarse medidas de prueba cuyo anticipo podría hacerlas
fracasar.
Aunque se desconocen los motivos de la reimplantación del secreto en la causa,
la primera vez que se dispuso esa medida la justicia ordenó la detención de
Uliarte tras comprobar que había estado en la escena del hecho y que conocía de
antemano que el agresor tenía, al menos en su casa, una pistola Bersa, con la
que se había fotografiado.
La aparición de nuevos elementos en el expediente podría alterar los planes del
juzgado, que durante el fin de semana trabajaba en los autos de procesamientos
de Uliarte y de Sabag Montiel, el hombre que intentó asesinar a Fernández de
Kirchner el 1° de septiembre.
Por estas horas, todas las partes involucradas en la causa se preguntaban si la
jueza Capuchetti avanzaría con los procesamientos para luego continuar con la
investigación de las nuevas pruebas o si ampliaría las indagatorias de los
imputados para exhibirles el nuevo material probatorio.
Una de las discusiones que se desarrollan en el expediente, en el que
interviene también el fiscal Carlos Rívolo, es cuales eran los roles de cada
uno de los dos imputados y sí contaron además con la colaboración de más
personas.
Brenda
Uliarte y Fernando Sabag Montiel, complicados con la Justicia.
Los investigadores con los que pudo dialogar Telam señalaban en los
últimos días que el papel de Uliarte no sería exactamente el que quiso plantear
en su indagatoria cuando dijo que le parecía "aberrante" lo que hizo
su novio y que solo estuvo en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta
porque lo fue a acompañar a él.
El viernes, además, la justicia recibió un primer informe de la Dirección de
Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado Poder Judicial de
la Nación (Dajudeco) sobre las llamadas entrantes y salientes de los teléfono
de los imputados.
Télam pudo averiguar de fuentes seguras que una línea de investigación
conduce a la hipótesis que indica que Sabag Montiel llevaba el día del hecho un
teléfono que no sería su "línea principal", idea que se robusteció
luego de que en el segundo allanamiento a su casa encontraran material
descartable y carcasas de teléfonos celulares, además de un disco rígido.
Otro de los interrogantes que aparecieron en la investigación tiene que ver con
la "carpeta segura" que Uliarte tenía en su celular: fuentes del caso
confirmaron que fue finalmente abierta y que allí había registros de llamadas
de whatsapp y de línea de la imputada.
El viernes la jueza Capuchetti había visitado las instalaciones de la Policía
de Seguridad Aeroportuaria (PSA) donde le mostraron como estaban trabajando con
los teléfonos celulares de los cuales les encomendaron extraer información.
En segundo plano está, por ahora, la línea investigativa que conduce el "entorno
de contención" de los agresores: allí aparecerían los vendedores de copos
de azúcar ("los copitos") que se mostraron en televisión con Uliarte
antes de que fuera detenida.
Las fuentes de la investigación señalaron que allí aparecen, bajo sospecha,
Gabriel Nicolás Carrizo, el referente de "los copitos", quien
registraría intensas comunicaciones con Sabag Muntiel durante el mes previo al
intento de atentado y participante de ese grupo que hablaba con frecuencia con
Uliarte.
Hay otras personas de diálogo frecuente con los imputados que también están
bajo la lupa de los investigadores entre los que se encuentran un hombre y una
mujer que habrían intentado a ayudar a Uliarte a ocultarse, según pudo
reconstruir esta agencia.
Fuente: Telam