Gustavo Lahoud, especialista en energía, explicó las causas del faltante de combustible y las posibles medidas para normalizar la situación.
Patronales de transportistas están cortando tramos de ruta en diferentes
zonas del país denunciando la falta de combustible y los altos precios. El
aumento de la demanda en época de cosecha y el conflicto en Ucrania, son
algunas de las causas de la escasez.
Gustavo Lahoud, especialista en
energía y geopolítica del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas
(IPyPP), explicó en Radio Gráfica que “hay una
combinación de factores que lamentablemente se está agravando por el contexto
internacional pero hay dos cuestiones que entender: la primera tienen que ver
con el hecho de en los últimos meses la economía del país crece a buen
ritmo”, y por otra parte, que “hay un acopio importante de combustibles”.
Es decir que por un lado, “se hacen los procesos de cosecha en el trabajo agropecuario, con una suba de la logística y el transporte y la demanda de la población por el uso de combustible líquido al punto de que cuando compara los primeros meses del 2022 con el año que puede ser comparable que es el 2019, estas arriba de un 15% de aumento del consumo de gasoil”.
“Y el otro factor, que es menos visible, es que en los últimos tiempos se ha dado y se ve sobre todo en el NOA o NEA, y en regiones de la pampa húmeda, es un acopio importante de combustibles en los últimos meses, a partir de la crisis internacional, y que empezó a ser más visible con la reaparición de la restricción energética en el país. El acopio de transportistas y sectores del campo fue de la mano de que en las tiendas de consumo minoristas que suelen estar plagadas de automovilistas, han ido a cargar combustibles empresas de carga de transporte y todo el material rodante ocupado en las labores del campo en los distintos puntos del país”, explicó el especialista.
Y agregó que otro punto a considerar es que “en las provincias limítrofes ha habido aumentos significativos de ventas de combustibles a hermanos latinoamericanos extranjeros que cruzan la frontera para aprovechar el diferencial de precio, esto se dio en la frontera Formosa -Paraguay y Misiones, Corrientes – Brasil, o Uruguay. En Argentina el precio es desde un 120% hasta un 160% más barato”.
Consultado por las medidas que se puede tomar al respecto, remarcó: “La situación internacional complica aún más el intento de generar un cambio en esta dinámica en el corto plazo, porque por un lado estamos restringidos por el acceso a la compra de barcos cargueros con combustibles líquidos porque hay gran estrés en todos los procesos de suministro en el mundo producto de la guerra. Todo tipo de consumidores importantes de la región del Asia Pacífico, América y Europa, suman mayor presión en esa cadena de suministros”.
“YPF está sosteniendo un significativo aumento de las importaciones de gasoil. Importamos casi un tercio de las necesidades de gasoil al año, entonces ese gasoil viene mucho más caro que el del mercado local, lo que ha hecho además, que YPF tenga que hacerse cargo de regular el funcionamiento del mercado de combustible, tiene el control del 58% del mercado y está controlada por el estado, es una medida mínima que se hay que tomar, como la otra que es el corte de biodiesel con el gasoil. También hay una cuestión excepcional de 60 días donde grandes empresas productoras van a poder elevar ese corte hasta el 10 o 12.5%”, sostuvo Lahoud.
También señaló que “es necesario que el sistema de refinación argentino aumente sostenidamente su capacidad de producción: hay aumento de producción de gasoil y petróleo en Argentina, ahora hay producción récord, el tema es que hay un desajuste muy importante en los esquemas de negocios de las empresas y un mayor celo en términos de la regulación pública sobre este mercado para hacer que el resto de las empresas, como Panamerican, también tengan que importar la cuota necesaria para abastecer adecuadamente al país”.
Por último, enfatizó en la necesidad de garantizar “seguridad de abastecimiento”. “Hay que poder planificar adecuadamente el aumento sostenido de la producción y la potencialidad de incorporar depósitos de reserva de combustibles, que es algo que las grandes potencias del mundo, sobre todo EEUU, incorporó en su diseño estratégico. Ahí los hidrocarburos están controlado por actores privados, sin empresas estatales, pero sí hay un criterio de seguridad energética predominante en la planificación, que asegura el abastecimiento como objetivo central”.
Fuente: https://radiografica.org.ar/
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida