En un mensaje grabado desde la residencia de Olivos, el mandatario destacó que la economía está creciendo un 9 por ciento este año y dijo que la ciudadanía necesita "más certidumbre cada día, cada mes".
El presidente señaló que "con esta elección termina una etapa muy dura" para la Argentina y "comienza una segunda" a la que llamó a afrontar con esperanza.
Además, Fernández anunció que convocará a "los representantes de la voluntad popular para acordar una agenda lo más compartida" posible.
Según detalló el mandatario, la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) significa el "escollo más grande que enfrentemos para continuar en la senda de la recuperación económica".
"Debemos enfrentar este desafío para reparar el enorme daño que el endeudamiento ha provocado y cuyas consecuencias pesarán por varias generaciones", dijo.
En ese sentido, el mandatario anunció el envío de un proyecto de ley para los primeros días de diciembre que "explicite el programa plurianual para el desarrollo sustentable, con los entendimientos con el staff del Fondo Monetario Internacional en las negociaciones" que lleva adelante Argentina con el organismo "sin renunciar a los principios de crecimiento económico".
"Es una decisión política y tiene el aval del Frente de Todos, la vicepresidenta, el Gabinete", dijo el jefe de Estado en un mensaje en el que reconoció que se cometieron "errores" en el marco de las elecciones legislativas que hoy se realizaron.
Texto del Discurso presidencial
Buenas noches
Hoy las urnas se han expresado. Una vez más escucho a los
hombres y mujeres de mi Patria. Quiero felicitar muy especialmente al Pueblo
Argentino porsu participación pacífica y esperanzada en el marco de la democracia.
Cada vez que el pueblo habla, la democracia nos hace más fuertes. Esta noche he
creído conveniente compartir con ustedes algunas reflexiones y decisiones que
vamos a tomar en los próximos días. Con esta elección termina una etapa muy
dura de nuestro país que estuvo marcada por dos crisis. Una, la crisis económica,
heredada del Gobierno anterior y de la que aún quedan enormes desafíos por
resolver. Otra, la crisis sanitaria, provocada por una cruel pandemia que, poco
apoco, vamos superando. Hoy empieza la segunda parte de nuestro gobierno y sé bien
que los argentinos y argentinas necesitamos un horizonte. Tenemos derecho a la
esperanza. Tenemos derecho a la esperanza. Hablé y escuché a centenares de personas.
Todos y todas necesitan más certidumbres. Saber que cada día, cada mes,
estaremos un poco mejor. Saber que después de tanto dolor, también en homenaje
a quienes nos han dejado, podremos ir reorganizando nuestras vidas. Estoy
seguro de que lo vamos a conseguir.
Argentina, aún en el marco de estas dificultades, viene avanzando
y lo seguirá haciendo. Nos estamos poniendo de pie. Estoy convencido de que,
desde el respeto profundo a la expresión del pueblo en las urnas, se abre una
nueva etapa para nuestro país. Un futuro cuya construcción tenga como ejes
centrales la recuperación económica, el fortalecimiento de los ingresos, la
reducción de la inflación y la creación de empleo. Todo ello, en el marco de un
diálogo constructivo que le dé potencia y mejor calidad a nuestra vida en
democracia. La economía está creciendo alrededor del 9% este año y a inicios
del año próximo el PBI habrá recuperado lo perdido el año pasado. A principios
del año próximo, la producción industrial no solo habrá recuperado lo perdido
en 2020, sino que también se habrá repuesto de los daños causados por las crisis
económicas y financieras de 2018 y 2019.Tenemos, en la actualidad, las
exportaciones más altas en 8años. La inversión este año crecerá alrededor del
30%. Y la producción industrial sigue a la vanguardia de la recuperación. En
esta nueva etapa debemos priorizar los acuerdos nacionales.
Si queremos resolver estos desafíos a los que nos enfrentamos,
necesitamos que las grandes mayorías generen consensos. En ese sentido, y a la
mayor brevedad posible, voy a dirigirme a los representantes de la voluntad popular
y a las fuerzas políticas a las que representan, para acordar una agenda
tan compartida como sea posible. Una oposición responsable y abierta
al diálogo, es una oposición patriótica. Nuestro pueblo necesita ese
patriotismo. Precisamos que la relación entre el Gobierno y el Congreso Nacional,
en la Cámara de Diputados y en el Senado, sea fructífera, por el interés
general de nuestro país. Es tiempo también de resolver el problema derivado de
la deuda contraída por el Gobierno que me precedió con el Fondo Monetario
Internacional.
Ese es el escollo más grande que enfrentamos para
continuar en la senda de la recuperación económica y de la construcción de un
país con más equidad. Debemos enfrentar este desafío para reparar, en la medida
de lo posible, el enorme daño que este endeudamiento ha provocado, y cuyas
consecuencias pesarán sobre varias generaciones. Cuando el modelo económico del
anterior gobierno reveló ser un fracaso, en lugar de cambiar el rumbo,
decidieron tomar esa deuda de 44 mil millones de dólares con un doble
propósito: pagar la deuda insostenible que habían tomado con acreedores
privados y darle salida a capitales que habían ingresado solo para especular.
Hoy queremos mirar hacia adelante. Pero mirar hacia adelante
no debe conducirnos a un olvido que pueda significar un retroceso. Lo que
queremos es avanzar y poder crecer como sociedad. Queremos promover la inversión
productiva que genera empleo y asegurar así quela recuperación llegue a cada
familia argentina. Este camino requiere, antes que nada, seguir impulsando el crecimiento
del mercado interno. Y para ello, el Estado debe ser capaz de impulsar
la demanda agregada. Eso es lo que ocurre cuando se invierte en obras
públicas, en equipar y capacitar a nuestras fuerzas de seguridad; cuando se
invierte en Ciencia y Tecnología, en Educación; en mejorar nuestros servicios
de Salud, que tan importantes han sido para que pudiéramos sobrellevar el duro
tiempo que nos tocó vivir. Y es necesario también seguir el camino del
ordenamiento de las cuentas del Estado, pero jamás a costa de un ajuste del
gasto. Eso nos impediría cumplir nuestro sueño y nuestro compromiso de
construir una sociedad inclusiva. Impediría darle continuidad a esta
recuperación económica que estamos viviendo. El ajuste fue practicado repetidas
veces en Argentina y solo profundizó la desigualdad y la pobreza. No es verdad
que pueda construirse una Patria fuerte sobre la base del debilitamiento del
Estado. Lo que nos hace falta es un Estado con fuerza y capacidad para poder
invertir en aquello que permite un mayor desarrollo y creación de riqueza.
La promoción de la ciencia, de la salud y de la
educación; la mejora del capital público, el fortalecimiento de la moneda y la
sostenibilidad de la deuda, deben ser, de una vez y para siempre, políticas de
Estado. Siempre hay quienes buscan endulzar el oído con las supuestas bondades
que ofrecen caminos de ajuste y aprobados y fallidos. Son los mismos que
alertan sobre los desastres que se avecinan si no seguimos esas recetas ya fracasadas. A quien diga que el problema con
el Fondo Monetario Internacional puede ser resuelto en cinco minutos le digo
que negociar no es obedecer. Quiero ser muy claro. Estoy seguro de que con
ajuste no se logra ni siquiera ordenar las cuentas públicas. El superávit fiscal
virtuoso siempre es hijo del crecimiento, nunca del ajuste. Tengo la firmeza
necesaria para defender los intereses de nuestra Patria. Como Nación que somos,
propongo transitar un camino responsable y constructivo para resolver los problemas
y desafíos que enfrentamos, involucrándonos con la comunidad internacional de
la que formamos parte de una manera que la fortalezca y que nos fortalezca. En
esta nueva etapa profundizaremos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo
sustentable con el FMI. Debemos despejar las incertidumbres que conllevan
deudas insostenibles como ésta. Y debemos hacerlo preservando las condiciones
que nos permitan seguir por el sendero dela recuperación con generación de
empleo, apuntando al mismo tiempo a una reducción persistente del mal inflacionario.
Es por ello, que quiero anunciar que, en la primera
semana de diciembre de este año, enviaremos al Congreso de la Nación un
proyecto de ley que explicite el “Programa económico plurianual para el
desarrollo sustentable”. Ese programa contemplará los mejores entendimientos
que nuestro gobierno haya alcanzado con el staff del FMI en las negociaciones
que lidera nuestro ministro de economía, Martín Guzmán, sin renunciar a los
principios decrecimiento económico e inclusión social a los que me he referido
previamente. Ésta es una decisión política que cuenta con el pleno aval del
Frente de Todos. Ha sido el fruto del trabajo conjunto con la Vicepresidenta de
la Nación, el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y mi gabinete
de ministros y ministras. Trabajaremos de forma incansable para lograr el apoyo
de la comunidad internacional en la construcción de mejores condiciones de
financiamiento para llevar a cabo el programa de políticas públicas que como
Nación soberana que somos, queremos implementar en pos de la mejor calidad de
vida de nuestro pueblo. Quiero asegurarles también que vamos a seguir mejorando
y reforzando la gestión de este Gobierno. Necesitamos profundizar la
recuperación económica de tal modo que el desarrollo se distribuya entre todos
y todas. Vamos a redoblar nuestros esfuerzos para que la gestión gubernamental
atienda las prioridades y resuelva los problemas reales de la
vida cotidiana.
Porque la recuperación tiene que llegar a cada argentino
y argentina. El objetivo es que el crecimiento se convierta en trabajo y
salario digno. Que se convierta en mejor educación y en mejor salud pública.
Que desarrolle la ciencia y la tecnología. Que garantice seguridad y justicia en
nuestra sociedad. Todo nuestro empeño
como gobierno debe servir para mejorarle la vida a los argentinos y argentinas.
Tenemos que hacernos cargo de priorizar el combate contra la pobreza y ser una
tierra de oportunidades en la que podamos convertir nuestros sueños y
esperanzas, en realidades. Hemos cometido errores. He cometido errores y mi obligación
es aprender de los mismos. Reafirmo, en esta nueva etapa, y frente a todas y
todos, que honraré el compromiso electoral asumido en diciembre de 2019.Creo en
la Argentina. Creo profundamente en la Argentina. Somos una nación joven, con
un pueblo resiliente, lleno de talento y oportunidades, con un territorio
maravilloso y con una riqueza y diversidad federal que nos en orgullece. El
pesimismo es contagioso, pero, por suerte, la esperanza también lo es. Tenemos
esperanza, decisión y un futuro mejor para construir en conjunto. No comparto,
en absoluto, la posición de quienes dicen que “no tenemos destino”. No pueden
darnos lecciones quienes no se hacen cargo de los daños que han causado.
Vamos a hacer honor a aquello que dio vida a nuestro Frente
electoral. Vamos a gobernar para Todas y Todos. Sé muy bien que es con todos y
todas. Y también sé que lo vamos a conseguir.
Buenas noches y muchas gracias.