
Jesús Cejas Arias y Cresencio Galeña Hernández fueron dos diplomáticos cubanos desaparecidos, víctimas de la última dictadura militar. Del acto participaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, y el embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada Quintero.
La embajada de Cuba en Buenos Aires realizó un homenaje a Jesús Cejas Arias y Cresencio Galeña Hernández, diplomáticos cubanos desaparecidos en la Argentina en 1976 durante la última dictadura militar, en el marco del Día de las Victimas del Terrorismo de Estado contra Cuba.
Además, se develó una carta dedicada a los desaparecidos argentinos que trabajaban en la embajada cubana y fueron víctimas del terrorismo de Estado entre 1976 y 1978.
"Hoy se conmemora tal vez una de las aberraciones más grandes que
se cometió contra la nación hermana de Cuba", expresó Pietragalla en su
discurso frente a una audiencia de 50 personas dentro del salón principal.
El secretario celebró las actividades que se realizan entre su área de gestión
y la embajada, gracias a las cuales se "han podido recuperar diez víctimas
del terrorismo de Estado" vinculadas a Cuba.
El funcionario también destacó la presencia de la presidenta de Abuelas
de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y marcó: "Estoy acá también como
un nieto recuperado más".
"Trabajamos arduamente para una igualdad social, para que se profundicen
las políticas de Memoria, Verdad y Justicia", aseguró Pietragalla a la
agencia Télam.
Y destacó "el rol que tuvo esa república hermana con los organismos
de derechos humanos y con nuestras Madres y Abuelas" de Plaza de Mayo.
"Es nuestra obligación acompañar en estos procesos, como un homenaje a
todos los detenidos desaparecidos en esta embajada", afirmó.
Jesús Cejas Arias y Cresencio Galeña Hernández eran empleados de la embajada
cubana en Argentina durante 1975 y fueron secuestrados por un escuadrón de 40
militares un año después, saliendo del edificio donde trabajaban, sobre la
calle Virrey del Pino.
Sus restos fueron encontrados 36 y 37 años después en la provincia de Buenos
Aires frente al aeródromo de San Fernando, dentro de tres barriles metálicos
llenos de cemento y huesos.
Hernández fue encontrado en junio de 2012 y en mayo del año siguiente
fue hallado el cadáver de Cejas Arias.
El embajador Prada Quintero dijo a Télam: "Es un día de dolor pero también
de reafirmar la memoria y exigir justicia".
Se manifestó en contra del terrorismo "provenga de donde provenga" y
aseguró que el pueblo cubano es "acompañado por la inmensa mayoría de las
naciones".
Durante su homenaje a las víctimas del terrorismo estatal, Prada Quintero
afirmó: "Recordar todo esto constituye una alerta de la lucha por la paz,
por la democracia, por los derechos humanos. Es también una acción de lucha
contra las causas que engendra el terrorismo de Estado".
Y recordó que Argentina y Cuba "tenemos una historia en común que nos
demanda serle fieles desde nuestros signos nacionales".
El embajador concluyó su discurso citando el final del Himno Nacional
Argentino: "Coronados de gloria vivamos, o juremos con gloria morir"
y agregó: "Morir por la patria es vivir".
En representación de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto acompañó la
iniciativa del embajador y recordó el "momento difícil" que está
atravesando la población cubana.
"La comunidad cubana ha vivido momentos difíciles, están restringidos. El
pueblo saca su espíritu de alegría para reparar el hambre y todo eso que
acarrea el estar bloqueado", aseguró Carlotto respecto a las denuncias del
gobierno centroamericano que indican que Estados Unidos obstaculizó la compra
de insumos y medicamentos durante la pandemia de coronavirus.
Jesús Cejas Arias y Cresencio Galeña Hernández eran empleados de la embajada cubana en Argentina durante 1975 y fueron secuestrados por un escuadrón de 40 militares un año después, saliendo del edificio donde trabajaban, sobre la calle Virrey del Pino
Apuntó que "es un tema que tenemos que tomar los países de Latinoamérica
para que se termine y Cuba sea un país independiente".
Luego de los discursos, los presentes se movilizaron hacia la entrada del edificio
donde se descubrió una placa metálica en homenaje a los trabajadores argentinos
en la embajada secuestrados, desaparecidos y/o torturados por la última
dictadura militar.
El acto se llevó a cabo en la sede diplomática ubicada en Virrey del Pino 1810, barrio de Belgrano, y participaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, y el embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada Quintero.
Fuente: Telam