imagen: Lightspring/Shutterstock
El 21 de septiembre, es el día declarado por la OMS para difundir información y contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas que padecen Alzheimer, como así también de sus cuidadores. La Dra. Valeria El Haj Directora Médica Nacional explica las causas de esta enfermedad y sus signos tempranos.
La enfermedad de
Alzheimer es un trastorno progresivo producido por un deterioro en las células
del cerebro, que se van consumiendo, en un proceso de degradación progresiva
hasta desaparecer.
Se trata de la causa
más común de demencia, abarcando entre un 60% y un 70% de los casos y tiene
como consecuencia la disminución continua de las habilidades del pensamiento y
del comportamiento, alterando la capacidad de una persona para funcionar de
manera independiente.
En este mes, la
Organización Mundial de la Salud (OMS), además de informar sobre la enfermedad,
llama la atención a las naciones debido a la falta de una política, estrategia
o plan nacional de apoyo a las personas con demencia y sus familias, ya que
solo una cuarta parte de los países cumple con esta capacitación. Lo que
evidencia la necesidad de un compromiso renovado por parte de los gobiernos.
Según la Dra. Valeria
El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, el número de personas
afectadas está creciendo: se calcula que más de 55 millones de personas
(el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con
demencia. Y la tendencia indica que esta cifra aumentará a 78 millones para
2030 y a 139 millones para 2050.
En la mayoría de las
personas se origina a partir de una combinación de factores genéticos,
ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del tiempo.
Primeros signos
Es muy importante que la
sociedad comprenda cuáles son esos primeros signos que aparecen y entender que
una consulta médica a tiempo permite una detección temprana de la patología, y
hace que la persona pueda recibir un tratamiento que retarde la disminución de
sus capacidades, ya que aún no hay cura definitiva para esta enfermedad y
permite preparar mejor a quienes serán sus cuidadores.
Esta enfermedad altera
el equilibrio de todo el grupo familiar, por las necesidades que tiene el
paciente a medida que los síntomas avanzan, debido a que a menudo surgen
presiones físicas, emocionales y económicas que pueden causar mucho estrés a
las familias y cuidadores, que necesitan recibir apoyo por parte de los
servicios sanitarios, sociales, financieros y jurídicos pertinentes.
Si bien la pérdida de la memoria es el
principal signo de esta enfermedad, otros pueden ser: la dificultad para
recordar eventos, turnos o conversaciones recientes, la pérdida frecuente de
posesiones y los problemas para encontrar las palabras adecuadas a la hora de
identificar objetos, expresar pensamientos o participar en conversaciones. “A
medida que la enfermedad avanza, las alteraciones de la memoria empeoran y se
manifiestan otros síntomas” destaca la Dra. El Haj.
¿Qué hábitos adoptar
para bajar el riesgo de padecerla?
- Realizar actividad
física periódicamente.
- Consumir una dieta saludable.
- Controlar la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto.
- Dejar de fumar.
- Evitar el uso nocivo del alcohol.
- Seguir aprendiendo y desafiar al cerebro.
- Mantenerse sociable.
Otro factor de riesgo potencialmente modificable es la depresión.
“Aún no existe un tratamiento para la cura de esta enfermedad, pero
hay medicamentos disponibles que pueden mejorar temporalmente los síntomas o
retardar la tasa de disminución de las capacidades en las personas que la
padecen”, finaliza la Dra. Valeria
El Haj.
Más información en: https://www.ospedyc.org.ar/nuevositio/index.aspx.