El texto se basa en 5 ejes: salario universal, soberanías, impuesto a las grandes riquezas, investigación de la deuda externa y fortalecimiento de la democracia. Fue producto del trabajo en comisiones, lo que se volcó luego en la reunión plenaria del Congreso Nacional Extraordinario de la CTA-Autónoma.
El Congreso se realizó
ayer. En el cierre se homenajeó a Sergio Valenzuela, Secretario General de ATE
Cutral-Co, quien falleció el 25 de agosto pasado por COVID y se leyeron las
adhesiones de la Corriente Nacional de Estatales René Salamanca, Foetra,
Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, SERPAJ, Parlamento Plurinacional
Indígena y “el cálido saludo que hizo llegar Nora Cortiñas, Madre de Plaza de
Mayo línea Fundadora”.
DECLARACIÓN PARA TERMINAR CON LA POBREZA
El Congreso de la Central de Trabajadores de la Argentina
Autónoma se realizó a pocos días de cumplirse un año del trascendente triunfo
electoral de las PASO de 2019, cuando nuestro pueblo sepultara las intenciones
de perpetuar la experiencia macrista. Proceso de movilización popular y de
enormes luchas de resistencia que tuvo a nuestra organización como protagonista
central contra las políticas de ajuste, endeudamiento y destrucción del aparato
productivo a expensas de la especulación financiera y fuga de capitales.
Asimismo, vale resaltar que estamos arribando a los nueve meses del gobierno
del Frente de Todos, de los cuales seis se han desarrollado en el marco de la
pandemia mundial desatada por el COVID-19. Pandemia que ha dejado en evidencia
la sinrazón de una organización social a escala planetaria que, mientras hacía
gala de un desarrollo tecnológico y científico capaz de solucionar los
problemas globales, ante la aparición de este nuevo virus, debe ofrendar un
costo irreparable en vidas por la incapacidad de poner el conocimiento al
servicio de la humanidad.
Son por demás conocidas las consecuencias en cuanto a la
paralización del funcionamiento de la economía, tanto a escala global como en
nuestro país de las distintas medidas de aislamiento para frenar el avance de
la crisis sanitaria. Creemos necesario afirmar dos conclusiones, que desde los
distintos sectores de poder suelen soslayarse. En primer lugar, más allá de que
nos quisieron hacer creer que estábamos arribando a un estadío en el que la tecnología
era autosuficiente, bastó que se paralizara a la clase trabajadora para que esa
interrupción fuera evidente. En paralelo, también se hizo evidente que fuimos
las y los trabajadores quienes nos hicimos cargo de las “tareas esenciales” en
la salud, en los territorios, en la continuidad educativa para contener a
millones de niños, niñas y jóvenes, en la producción y distribución de
alimentos y productos de primera necesidad y en otras tantas actividades
estratégicas para enfrentar la pandemia. De la misma forma, quedó por demás
claro que cuando el mercado se derrumba como organizador del funcionamiento de
la economía, surge el Estado como única posibilidad de garantizar una lógica
distinta que garantice la reproducción social.
La pandemia profundizó las tremendas desigualdades existentes y
la persistencia de altos niveles de pobreza, que la asistencia estatal – aunque
importante – no pudo resolver. Un componente crucial de ese escenario, es la
infantilización de la pobreza, que deja a nuestras niñeces en un marco de
carencias importante e impulsa a las mujeres a desarrollar estrategias de
supervivencia más complejas y esforzadas, profundizando las desigualdades
sociales también al interior de los hogares, con tareas de cuidados redobladas
y en muchos casos con aumento de situaciones de violencia. Creemos oportuna las
puntualizaciones, ya que luego de seis meses de medidas de aislamiento y/o
distanciamiento, asistimos a un panorama con aristas por lo menos
contradictorias. En el momento en que crecen exponencialmente las curvas de
contagios y abarcan cada vez más en extensión territorial, se avanza en medidas
de apertura a través de la presión que ejercen los sectores concentrados del
poder económico, que desde el inicio enfrentaron la decisión que tomó el gobierno
de priorizar la salud de los argentinos. Pero también se hace evidente la
pérdida de consenso social de las medidas de aislamiento, que no logra sostener
las condiciones de vida en un contexto de restricciones que el propio gobierno,
a pesar de las importantes medidas tomadas, no ha podido garantizar.
Vale entonces reafirmar que esta crisis se superará priorizando
las condiciones de vida de los y las trabajadoras y los sectores populares, y
revalorizando el rol del Estado para enfrentar la urgencia sanitaria. Es
impostergable abordar medias de contención social de carácter universal, así
como sostener el entramado productivo conformado por las unidades económicas y
de producción de menor tamaño, tanto urbana como rural: pequeños y medianos
empresarios, cooperativas de trabajadores, unidades autogestionadas de la
Economía Popular y de la agricultura familiar que no cuenta con capacidad
económica para hacerlo.
Por
lo tanto desde este Congreso refirmamos los ejes de la campaña que nuestra
Central viene impulsando:
Ingreso
Universal: El Ingreso familiar de Emergencia, la medida más importante
que se ha tomado durante la pandemia, debe transformarse en un ingreso
universal. La implementación del IFE por sus restricciones, deja afuera casi a
tres millones de solicitantes. Por ello, es que debe alcanzar a todo mayor de
18 a 65 años que no tenga trabajo registrado, garantizando la cobertura de las
tareas del cuidado con un monto igual al Salario Mínimo Vital y Móvil.
Universalización y aumento de la Asignación Universal por Hijo, de forma de
asegurar que un hogar supere la línea de pobreza. Garantizar una Renta Básica
de alcance universal para la población en situación de informalidad y
desempleo, es el principal estímulo que requiere la economía en situación de parálisis
productiva para poner en marcha la actividad en base a la ocupación de la
capacidad ociosa disponible. Priorizar la reactivación en base al consumo
popular y colectivo desarrollando la Salud, la Educación pública y la vivienda
social mientras dure la pandemia, como cuando esta logre superarse. Terminar
con la pobreza y repoblar el territorio, desarmando conurbanos invivibles, son
las dos orientaciones que debieran comandar la reconstrucción productiva de la
Argentina.
Además es imperioso que se convoque al Consejo del Salario
Mínimo Vital y Móvil para su actualización y a Paritarias libres.
Suspensión
de pagos y auditoría de la deuda: La negociación que ha
llevado adelante el gobierno con los acreedores privados, si bien ha despejado
de forma muy importante los vencimientos de la actual gestión, no ha
solucionado el problema del endeudamiento de nuestro país. En primer lugar,
porque luego del alivio inicial, los compromisos adquiridos comienzan a
incrementar su volumen poniendo a la Argentina nuevamente en un escenario de
toma de deuda para pagar deuda o nueva renegociación. Por otra parte, falta la
renegociación con el acreedor privilegiado, el FMI. Es Fundamental que este
organismo no imponga sus tradicionales condicionamientos y se debe fortalecer la
posición negociadora denunciando las múltiples irregularidades en las que
incurrió el Fondo para favorecer al gobierno anterior.
Impuesto
a las Grandes Fortunas: valoramos y
respaldamos el “Aporte Solidario Extraordinario”, proyecto de ley que establece
una imposición sobre un sector de aquellos que poseen grandes fortunas.
Entendemos que es necesario profundizar la iniciativa presentada en el Congreso
de la Nación. La propia AFIP tiene detectada 32.000 fortunas de más de un
millón de dólares, que casi triplica la población alcanzada por la iniciativa
que tomó estado parlamentario. Por otra parte, en distintas fuentes
internacionales, se relevan 114.000 fortunas mayores de un millón de dólares.
Es decir que puede extenderse ampliamente la recaudación. Este impuesto no debe
pensarse como una contribución por única vez sino como un paso para terminar
con la rebelión fiscal de los ricos, que una y otra vez resisten pagar en
función de su capacidad ocultando sus patrimonios y sus rentas. En nuestro país
los impuestos al consumo representan el 65% de la recaudación mientras los
impuestos sobre ingresos y ganancias apenas el 23%. Mientras los impuestos al
consumo son el 14% del PBI los que gravan los patrimonios no superan el 1%. El
impuesto a las grandes fortunas debe ser el primer paso en la definición de una
profunda reforma impositiva de carácter progresivo que descomprima además el
impacto del impuesto sobre los salarios.
Soberanía
Alimentaria, Energética, Científico-Tecnológica, Monetaria, Financiera y Comunicacional: Hay
que profundizar un modelo de crecimiento económico, que se asiente en un
desarrollo soberano centrado en las potencialidades productivas del país, que
dinamice el mercado interno. Las políticas exportadoras no deben condenar a una
especialización en materias primas o debajo valor agregado, sino proveer las
divisas necesarias para un desarrollo soberano.
Ante ello es vital redefinir el rol de las empresas energéticas,
la creación de una empresa estatal y pública que pueda garantizar la soberanía
alimentaria y apuntar a un nuevo sistema financiero poniendo como eje un Banco
de desarrollo nacional.
Profundizar
la Democracia: El desafío de garantizar la base de
sustentación, para profundizar las medidas que se plantean, tiene su correlato
con la ampliación de los mecanismos de participación de las organizaciones
populares en la definición cotidiana del rumbo de la gestión. No es posible
potenciar la participación de los trabajadores y trabajadoras sin garantizar la
más amplia libertad y democracia sindical, en síntesis, construir la unidad de
la clase trabajadora en torno de un nuevo modelo sindical para que el dinamismo
de la organización de la clase no se vea obturada por una dirigencia con
compromisos con los factores de poder. Profundización de la democracia que debe
sustentarse en la justicia, equidad e igualdad de oportunidades para hombres,
mujeres y diversidades en todos los ámbitos. Se deben alentar mecanismos de
participación directa y semidirecta para que el pueblo y sus organizaciones puedan
participar en las decisiones. Se trata de equilibrar la institucionalidad. Si
los dueños del Dinero votan todos los días condicionando con su poder la
gestión gubernamental, el pueblo no puede hacerlo cada dos o cuatro años.
Rechazamos los intentos de construir condiciones de seguridad
descargando cada vez mayor autoritarismo sobre los sectores más empobrecidos de
la sociedad, por eso exigimos la aparición con vida ya de Facundo Astudillo
Castro.
Insistimos que los problemas de la democracia se solucionan con
más democracia, por eso repudiamos las experiencias golpistas en la región así
como los intentos de hacer caer las sombras de esas amenazas sobre nuestro
país.
Construcción
de la unidad del movimiento popular: En este marco,
ratificamos la decisión de aportar a la Patria Grande latinoamericana como
camino emancipador y nos afirmamos en construir la unidad del movimiento
popular en Argentina. Para todo esto, reafirmamos nuestro compromiso de
transitar este sendero junto a la Mesa de Encuentro del Trabajo y la Vida Digna
y la confluencia en torno al Manifiesto por la Soberanía el Trabajo y la
Producción como aportes en esa dirección.
Como decíamos al comienzo, hace poco más de un año la derrota de
la propuesta de reelección neoliberal abrió un escenario de transición para
superar la crisis de empobrecimiento que se desató en nuestro país. Hoy está
por demás claro que transitar el actual escenario, condicionado por la
pandemia, construyendo mayores condiciones de igualdad y profundizando la
apertura a la participación democrática y organizada de nuestro pueblo, esa
transición será en la dirección que animó ese triunfo.
A 29 años del “Grito de Burzaco”, nuestro manifiesto fundacional
como Central de trabajadores que llegó para quedarse e impugnar el unicato
sindical; a 19 años de la Consulta Popular del Frente Nacional contra la
Pobreza, donde más de tres millones de compatriotas votaron a favor de un shock
redistributivo; a 12 años del Primer Encuentro Nacional hacia una Constituyente
Social en Jujuy, llegamos a este Congreso virtual a reafirmar nuestras banderas
fundacionales.
Documento
Congreso Extraordinario – 31 de agosto 2020