Sancionada en 2007, esta Ley contiene en sus artículos herramientas para combatir la propagación de esta problemática que, según los investigadores, “requiere una mirada disruptiva y un abordaje multidisciplinario”. El Ministro de Salud, Ginés González García, aseguró que “el proyecto cuenta con toda la decisión política porque esta reglamentación no se puede postergar más”.
A más de 100 años de las primeras descripciones que Carlos Chagas realizó de esta enfermedad, numerosos investigadores y grupos sociales afirmaban que la problemática era un tema pendiente en la agenda política y sanitaria de la Argentina. En la apertura del Día Nacional por una Argentina sin Chagas, las máximas autoridades del Ministerio de Salud anunciaron un proyecto para saldar esa deuda y reglamentar la Ley 26.281 de Prevención y Control de la Enfermedad de Chagas.
En el evento desarrollado vía Webex, el Ministro de Salud, Ginés González
García, señaló que “pese a las dificultades que atraviesa el país, no se puede
postergar la reglamentación de la Ley”. Además, aseguró que “el proyecto cuenta
con toda la decisión política para revitalizar la prevención, la lucha contra
el vector y el fortalecimiento de las herramientas de tratamiento”.
“La Ley de Chagas se sancionó en el final de mi anterior gestión y, la verdad,
me dio vergüenza ver que todavía no estaba reglamentada. Fueron muchos años de
no darle la jerarquía que amerita, así que, como no puedo cambiar lo que pasó,
quiero que trabajemos todos juntos para modificar esta letanía que hay en
algunos aspectos”, planteó el Ministro.
Carla Vizzotti, Secretaria de Acceso a la Salud, también destacó el trabajo que
se está realizando: “A pesar de la pandemia, seguimos construyendo una política
pública sólida y buscamos generar un marco legal reglamentado, actualizado y
consensuado, para seguir generando acciones concretas, no solo en salud, sino
también en muchas otras áreas”.
“Ponemos de manifiesto la prioridad que tiene para nosotros este tema en
el nuevo organigrama que recupera el carácter de Dirección de Control de
Enfermedades Vectoriales para que el Chagas sea un eje realmente relevante y se
pueda minimizar el impacto que tiene en la salud pública”, declaró Vizzotti.
Por su parte, Alejandro Costa, Subsecretario de Estrategias Sanitarias señaló
que “desde el inicio de la gestión se planteó el objetivo de reducir la
transmisión del Chagas trabajando con los condicionamientos sociales,
habitacionales y ambientales que permitirán reducir la presencia del vector”.
“Hay que pensar al Chagas como un compromiso de todos y escuchar las
necesidades planteadas desde las bases, desde el territorio, para que las máximas
autoridades las interpreten y las transformen en consiente acción. Espero que
este día sirva para reflexionar y compartir experiencias y conocimiento”,
agregó Costa.
Un plan a cuatro años
Desde el Programa Nacional de Chagas, el bioquímico Ricardo Hernández, señaló
que esta problemática es caracterizada por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) como una enfermedad olvidada y desatendida, pero, según él, también está
fuertemente silenciada.
“Desde el Estado, por ejemplo, la invisibilizamos al no priorizar inversiones
para control y tratamiento o al quitarle operatividad a un programa nacional.
Dos de cada 100 argentinos conviven con el Trypanosoma cruzi, pero
muchos no lo saben. Eso también es por el silenciamiento”, manifestó Hernández.
Para ponerle fin a esta crítica situación, el Director de Control de
Enfermedades Transmitidas por Vectores, Adrián Galo, expuso las políticas
sanitarias que se plantearon abordar de acá en adelante. “Hemos pensado en un
plan de cuatro años que tiene como horizonte el control vectorial. Muchas
provincias ya han sido certificadas como libres de vectores, pero aún debemos
trabajar sobre las nueve que todavía no lo obtuvieron”, planteó el funcionario.
“A su vez - continuó Galo -, pusimos en agenda la optimización del diagnóstico,
el tratamiento y la atención del Chagas, así como también un abordaje
transdisciplinario de la comunicación con organizaciones sociales. La
interacción con estos actores es fundamental para canalizar saberes,
experiencias y recorridos que promuevan la participación ciudadana”.
Según el funcionario, otro eje importante será la transferencia tecnológica que
se trabajará con el Instituto Nacional de Parasitología Fatala Chaben en busca
de mejorar y ampliar la capacidad diagnóstica. Galo agregó: “también se
trabajará en el fortalecimiento de los sistemas de información, de vigilancia y
control 2.0 y con los sistemas de relevamiento para agilizar procesos
administrativos”.
Respecto a las estrategias para la reglamentación de la Ley, Juan Manuel
Castelli, actual Director Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles,
explicó que se centrarán en cuatro pilares. “El primer momento será de
planificación y organización para luego poder elaborar de forma
interdisciplinaria un proyecto borrador que identifique los nudos críticos a
resolver”.
“En un tercer período - continuó - buscaremos generar un espacio de
participación intersectorial e interjurisdiccional de conceso y reformulación
de la propuesta. Nuestro éxito será cuando cada jurisdicción se sienta
incorporada y representada para tomarla como una herramienta. Por último, se
elaborará un proyecto final con todos los aportes técnicos y jurídicos que se
requieran”.
En el final de la presentación, la Licenciada Ana Beltramone, referente de
Información, Educación y Comunicación del Programa Nacional de Chagas, y la
investigadora del CONICET e integrante del grupo “¿De qué hablamos
cuando hablamos de Chagas?”, Mariana Sanmartino, presentaron las
actividades que se realizarán por el mes del Chagas. La información para
participar se puede encontrar en la página de Facebook del grupo o
a través del mail meschagas2020@gmail.com
Fuente: Agencia CTyS-UNLaM - Magalí de Diego