EXPROPIACIÓN Y DERECHO DE PROPIEDAD: LA CAUSA CONTRA VICENTIN MENOS CONOCIDA
Por David Iud
EXPROPIACIÓN Y DERECHO DE PROPIEDAD: LA CAUSA
CONTRA VICENTIN MENOS CONOCIDA
Vincentin SAIC informó el 4 de diciembre de 2019 que enfrentaba una
situación de “stress financiero” y que no podía hacer frente a sus compromisos.
En pocas palabras, menos ampulosas, dichas en castellano y llamando a las cosas
por su nombre, se declaró en cesación de pagos.
Ese estado
–cesación de pagos- es el estado previo a la apertura del Concurso Preventivo,
también conocido como Concurso de Acreedores. Vicentin SAIC presento
su escrito de inicio solicitando en la Justicia Comercial Ordinaria de
Reconquista, Santa Fe, la apertura de su Concurso de Acreedores.
El derecho de
propiedad de los acreedores a una empresa siempre sufre grave daño cuando una
sociedad se presenta en concurso de acreedores. Si el Juez abre el Concurso
–así lo hizo el Juez Lorenzini en los Tribunales de
Reconquista-
Inmediatamente
la empresa, bajo el paraguas del concurso, deja de pagar, hasta que el concurso
se resuelva.
Esto
significa atravesar una serie de pasos procesales que establece la Ley de
Concursos y Quiebras, sorteo del Síndico, correr vista al Síndico para que se
pronuncie sobre pasivos laborales y elabore su informe, notificación de la
apertura del concurso a los acreedores, presentación del informe del síndico,
publicación de edictos (mediante los cuales son notificados los acreedores).
El Juez tiene
que fijar el plazo para que los acreedores presenten las constancias de sus
créditos en el Expediente, y luego un plazo de verificación de esos créditos.
Mientras se
desarrolla todo ese proceso, no solo Vicentin no debe
pagar a sus acreedores, sino que además, las acreencias que
tienen los que le vendieron o prestaron servicios a la concursada, no devengan
interés.
Se estima que
en el caso de Vicentin, todo el proceso sintéticamente
glosado durará hasta agosto o septiembre del 2021. Imagine el lector el daño que sufre en
su patrimonio quien le haya vendido a Vicentin. Un año sin cobrar, y además sin que
la deuda devengue intereses. Póngase el lector en las botas del productor que
le vendió a Vicentin toda su cosecha de granos… e
imagine el daño al derecho de propiedad de ese productor.