Bolsonaro en la ONU: la Amazonía no es "patrimonio de la humanidad"

Bolsonaro en la ONU: la Amazonía no es "patrimonio de la humanidad".





El presidente brasileño negó en los debates de la Asamblea General de la ONU que la Amazonía esté siendo devastada y fustigó al socialismo, que encarnó en las "dictaduras" de Cuba y Venezuela.
Detalles.
El líder de la ultraderecha brasileña, en el poder desde enero pasado, utilizó por primera vez la tribuna de las Naciones Unidas y reiteró sus quejas por la "exageración" y la "manipulación" en torno a los recientes incendios en la Amazonía y también para expresar una dura condena al socialismo, que encarnó en Cuba y Venezuela.
"La Amazonía no está siendo devastada ni consumida por el fuego como dice mentirosamente la prensa", aseguró este martes (24.09.2019) en el primer discurso del día ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Además, "es una falacia decir que la Amazonia es un patrimonio de la humanidad" o representa "los pulmones de la Tierra", insistió el mandatario brasileño.
Bolsonaro deploró también que "otro país" basado en "las mentiras de la prensa internacional (...) se portó de forma irrespetuosa y colonialista, atacando nuestra soberanía", en clara alusión Francia y su presidente Emmanuel Macron.
Aunque no lo citó expresamente, se refirió al presidente francés, Emmanuel Macron, quien alarmado por los incendios llegó a pedir una intervención del G7 para ayudar a controlar las llamas.
Bolsonaro reiteró que "la Amazonía (brasileña) es mayor que toda Europa occidental" y que en más de un 60 % está "preservada", por lo que su Gobierno "no acepta" que otro país "diga" qué se debe hacer para conservar ese bioma.
Contra Bolsonaro
Una veintena de manifestantes vistiendo camisetas verdes y con un muñeco gigante de Bolsonaro y un cartel con la leyenda "Bolsonaro, una amenaza para la Tierra" protestó frente a la ONU durante su discurso. "¡La Tierra está ardiendo, la Amazonía está ardiendo, Bolsonaro es un mentiroso!", gritaban los manifestantes.
El presidente brasileño, un escéptico sobre el cambio climático que defiende la explotación comercial en reservas ambientales e indígenas, intenta convencer al mundo de que tiene bajo control la situación en la Amazonía.
Pero la deforestación se duplicó en la primera mitad del año, afectando a una superficie equivalente a 640.000 canchas de fútbol. Los incendios, provocados en su mayoría por ganaderos y madereros, casi se triplicaron en agosto en relación con el año anterior, afectando a varios países amazónicos y provocando una crisis internacional.
El presidente francés, Emmanuel Macron, incluso propuso conceder a la Amazonía un "estatuto internacional", una idea que indignó a Bolsonaro, quien le acusó de querer restringir la soberanía de Brasil. Esa fue "una propuesta absurda", insistió Bolsonaro este martes en la ONU.
Contra el socialismo
Bolsonaro también se esforzó en presentar a un "nuevo Brasil", abierto al mundo y al sector privado, en contraposición al modelo "socialista" que, en su opinión, gobernó el país en los últimos años y para el que, como hizo posteriormente su homólogo estadounidense, Donald Trump, reservó las palabras más duras de su discurso. El "socialismo", según Bolsonaro, llevó a Brasil "a una situación de corrupción generalizada" y propició "ataques ininterrumpidos a los valores religiosos" respaldados por el Foro de Sao Paulo, que reúne a partidos de la izquierda de América Latina.
También hizo alusión a los alrededor de 10.000 médicos cubanos que, hasta fines del año pasado, operaban en Brasil mediante planes de cooperación firmados por Gobiernos anteriores y que La Habana decidió retirar tras las críticas de Bolsonaro a sus autoridades. Aseguró que Brasil "dejó de contribuir con la dictadura cubana", a la cual asegura que los gobiernos anteriores enviaban "300 millones de dólares anuales" mediante esos programas de cooperación.
Bolsonaro recordó que "en los años 60, agentes cubanos fueron enviados a toda América Latina" para promover el "socialismo" y fueron "derrotados", en una "guerra que también vencimos" en Brasil.  Afirmó que hoy unos "60.000 cubanos" están en Venezuela y actúan en las áreas de "inteligencia y defensa" para mantener en el poder a una "dictadura" que ha implantado en ese país que "antes ya fue tan próspero", la "barbarie del socialismo".
El presidente brasileño destacó el esfuerzo de su país por acoger a los miles de venezolanos que han llegado en busca de una nueva vida y dijo que su Gobierno seguirá "trabajando para que la democracia sea restablecida en Venezuela" y para "que otros países de la región no experimenten ese nefasto régimen del socialismo".
mm/rml (efe, afp, reuters)Deutsche Welle

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