La jerarquía de Gremio terminó con la ilusión Decana.
Con un jugador menos tras la expulsión de Cristian Lucchetti, Atlético Tucumán perdió 4 a 0 ante Gremio en Porto Alegre por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores y fue eliminado. La dignidad del Deca lo convierte en el mejor equipo del interior, de toda la historia.
No hubo posibilidad para un nuevo episodio épico en el recorrido internacional de Atlético Tucumán. Tras el 0-2 en el encuentro de ida, volvió a caer -esta vez 4-0- frente a Gremio -defensor del título- y se quedó afuera en los cuartos de final de la Copa Libertadores. Ahora, el equipo gaúcho será el rival de River en la serie semifinal (25 y 30 de octubre serán los encuentros; se definirá en Porto Alegre).
No hay nada para el reproche en la campaña. Al contrario. Tampoco existió resquicio para la queja en esta serie: Gremio ofreció su impronta de campeón y lo eliminó con claridad. De principio a fin.
El equipo de Ricardo Zielinski ofreció una media hora inicial para el entusiasmo, incluso para asomarse a un milagro. Pero resultó apenas un espasmo. Gremio -equipo práctico y contundente- lo golpeó y lo noqueó en apenas un rato.
A los 36, Luan definió con su rodilla derecha tras un cabezazo de Thaciano y un centro de Leo Moura. Cuatro minutos después, Cristian Lucchetti le cometió un claro penal Alisson. Primero, roja al arquero;luego, gol de Cícero. La impresión era inequívoca: ya no quedaba resquicio para el milagro.
El segundo tiempo fue un agregado para la estadística, para la goleada de Gremio y para el padecimiento de Atlético. A los siete minutos llegó el tercero: jugada veloz de Alisson, torpe cierre de Andrés Lamas, rebote en el arquero ingresado Alejandro Sánchez y adentro.
Lo que siguió fue una anécdota. Decorado. Gremio dosificó esfuerzos; Atlético procuró evitar más goles. El cuarto llegó de penal, sobre la hora, a través de Jael