En Argentina el monumento de Cristóbal Colón fue reemplazado por el de Juana Arzuduy de Padilla, símbolo de la lucha independentista contra el Virreynato del Río de La Plata. En cambio en Minessota, Estados Unidos, el pedido para que se saque la estatua del colonizador, vino acompañado por una reivindicación relacionada a la música moderna. Los miembros de la comunidad solicitaron que en su lugar haya una estatua de Prince, quien nació y murió en ese Estado. “En lugar de glorificar a un hombre que quería extinguir a los pueblos negros y nativos, debemos honrar a los miembros de nuestra comunidad cuyo liderazgo nos parece inspirador”, argumentan en la petición que está por llegar al objetivo de juntar 4 mil firmas.
Este movimiento está enmarcado en una campaña más amplia que se está dando en Estados Unidos, con la intención de remover todos los símbolos esclavistas y de la Confederación. En un contexto donde la asunción de Donald Trump a la presidencia generó un rebrote de manifestaciones racistas, las organizaciones políticas a favor de la igualdad de derechos buscan oponer su propia resistencia. “En toda la nación, los gobiernos municipales están optando por remover estatuas de supremacistas blancos, propietarios de esclavos y aquellos que amenazan el sustento de los negros”, plantea el manifiesto.